CAPITULO 4
Planeta Intruso x Higienizador
Antes de que hablemos sobre el planeta intruso vamos a recordar un poco sobre un episodio ocurrido hace millares de años en Capela, un mundo que vivió en aquella época los acontecimientos que la Tierra está pasando en los días actuales.
Capela, también llamado Cabra por los terrícolas, es una estrella de primera grandeza que junto a otras, componen la Constelación de la Catarata. La distancia de la Tierra a Capela es de 45 años-luz y está situada en el hemisferio Boreal, limitada por las constelaciones de Girafa, Perseo y Lince. Es un sol nuevo y su humanidad actual está bastante evolucionada.
Ahora, nos valemos de un mensaje psicografiado por América Paolielo Marques, proveniente de Akenaton, quien fue uno de los farahones del anitguo Egipto, para revelar lo que sigue. Ese ser es uno de los componentes de la Espiritualidad Superior, quien coordina los trabajos de nuestra Casa.
Los Emigrantes Espirituales
"Cuando Capela, una de las muchas moradas instituídas por el Padre para abrigar a las criaturas, adquirió un grado evolutivo superior, sus habitantes que no consiguieron , por negligencia, integrarse a la sintonía, fueron exiliados hacia el planeta Tierra.
Aquí, sumergidos en la atmósfera pesada característica de los mundos atrasados, pudieron no sólo activar la propia evolución espiritual sino también transmitir la luz de sus conocimientos a la humanidad que los recibía, atendiendo así al deber de gratitud para con ella.
La mayor parte de esos espíritus, formando gran legión, encarnó en la Atlántida, impulsándole el progreso de manera decisiva.
Entretanto, pocos fueron los que en esa "nueva morada" consiguieron liberarse de sus deficiencias. Por orgullo y egoísmo volvieron a precipitarse en caídas constantes. En vez de sanear el ambiente hacia donde había emigrado crearon, por sus desmanes e infracciones contra los preceptos de la Ley Divina -misma que conocían muy bien-, un ambiente de tan bajo tenor que las reacciones de "causa y efecto" provocaron convulsiones geológicas y cataclismos sucesivos, cuyo epílogo fue el hundimiento de ese continente en las profundidades del océano.
Sin embargo, esa legión de "espíritus rebeldes", condenados a proseguir su peregrinación por la Tierra, reencarnó varias veces estableciéndose en agrupamiento en regiones de acuerdo a las afinidades que presentaban. Numeroso contingente de esas almas se situó en el apacible Valle del Nilo, donde conforme ya ocurriera en la Atlántida, demostró un elevado grado de cultura, difundiendo conocimientos que aún asombran a los historiadores y arqueólogos de la actualidad. Se tornó entonces Egipto el máximo exponente de la civilización de aquella época, irradiando luz de la sabiduría.
Sin emabargo, desgraciadamente, vicios milenarios que los perturbaban emergieron a la superficie influenciando la consciencia de ese pueblo. Se enseñaba al rudo labrador los medios de sacar mayor rendimiento a sus tierras mediante nuevos progresos agrícolas, se aseguraba una mejor salud al pueblo utilizando sus conocimientos de medicina o anunciaban con precisión los fenómenos astronómicos y físicos de la naturaleza, también explotaban la masa de los oprimidos sometiéndolos al servicio de una casta de privilegiados que monopolizaban el poder. Vedaban al pueblo el contacto con las Verdades Eternas, ocultándolas solamente dentro de suntuosos templos, haciendo de todo para que ante los ojos de los pobres e ignorantes sean considerados como criaturas privilegiadas.
Y de esa manera usufructaban las regalías de una vida de placeres mundanos y de comodidades supérfulas.
Los abusos se sucedían y la obra del Señor era retardada por los falsos obreros.
Sin embargo, como la evolución de los pueblos y de los mundos obedece a un determinismo inderrogable, cuando se aproximó la época de la última oportunidad para que esa civilización cumpliera su tarea, encarnó en Egipto un contingente de espíritus perteneciente a esa familia espiritual. Promovieron una reforma no sólo en cuanto a las directrices y prerrogativas a ser concedidas al pueblo egipcio sino que también traían a la consciencia general la luz de la verdad que hasta entonces había sido monopolio de nobles y de la casta sacerdotal.
Desgraciadamente, sin embargo, todos ellos, alimentando los sentimientos de orgullo y egoísmo fallaron una vez más en la misión que les fuera confiada.
No obstante, amargados por las decepciones y errores de muchos siglos, hoy se encuentran encarnados siguiendo un nuevo derrotero. En fin, desean dar testimonio positivo de aceptar incondicionalmente la función de ser instrumentos obedientes de los desginios del Padre Celestial. Llaman hacia sí a las criaturas por ellos perjudicadas en el pasado y las envuelven en la vibración de su amor ya purificado. Ansían por la época en la cual la vida en la Tierra se transformará en un banquete de luz, pero encima de todo, su felicidad se basa en la tarea de atraer las almas de los que no consiguen ver el Farol que hace 2 mil años se encendió en Galilea, destinado a enseñar a la humanidad el Camino, la Verdad y la Vida. Al servicio de Dios, procuran donar sus fuerzas y superar obstáculos que en diversas encarnaciones les habían impedido servir al Padre con absoluta fidelidad".
Akenaton