En el sencillo pesebre nació el Niño Luz, mostrándonos que la humildad es un sentimiento de los ángeles.
Creció anónimamente, anclando en Sí mismo la fe y la confianza más lúcidas en el Padre que está en los Cielos.
Derramó Su verbo sublime;
Sanó a los enfermos;
Despertó a los adormecidos en la ignorancia;
Consoló a los afligidos.
Por haber amado incondicionalmente fue flagelado en la cruz infame.
¡Renació luminoso en la gloria del Señor Dios Padre!
¡Él es el camino vibrante de Luz que nos conduce a la salvación!
¡Con Él, la Verdad más pura nos eleva a las Mansiones de la Armonía del Creador!
Vida suprema, Su presencia nos revela.
¡Saludemos a Jesús, colocándolo en el altar de nuestros corazones!
¡Salve, Luz Divina!
¡Salve, Jesús!
Casimiro Cunha
GESH – 04/12/2022 – Vitoria, ES – Brasil