"Aquel que quiera Seguirme que coja su cruz y Me siga".

Al decirnos esto, Jesús nos colocó ante el único y verdadero recurso de cura para nuestras almas. Los dolores de hoy, son la cosecha abundante de las siembras de ayer, que nos hacen doblegarnos en reverencia ante las Leyes Mayores y Soberanos del.

Cuanto más rápido comprendamos la función del dolor incómodo y aprendamos a caminar con él, antes nos llegará la cura que restaurará nuestra salud.

Luchar contra los Designios Divinos es como nadar contra la fuerte corriente de un gran rio. Tras tentativas inútiles, vencido por el cansancio, el nadador inevitablemente se entregará a la fuerza del agua. A pesar de ello, conservando un poco más sus energías, puede dejarse llevar y cuando sea aproximado a una orilla, si no ha desfallecido, podrá erguirse y caminar en suelo firme.

Para entonces mucho tiempo habrá pasado. Pero, qué importa el tiempo ante la eternidad?

Que la luz de la sabiduría infinita os sirva de inspiradora consejera.

Paz para todos!