La Bondad del Padre es infinita y os concede oportunidades benditas de trabajo para redimir vuestro espíritu culposo, a pesar de estar manchados por la delincuencia que practicasteis en un pasado de errores.

Muchas veces vuestra fe se manifiesta aún pequeña, llena de dudas y cuestionamientos. Os asustáis ante los trabajos que os ofrece la Misericordia Divina.

No os dejéis abatir de esa forma, pues una vez rescatadas por la Espiritualidad Superior de las "regiones inferiores", donde permanecisteis en el pasado, gradualmente fuisteis reconstituidas en vuestra tesitura espiritual. Con el apoyo de los Mensajeros de la Luz, lentamente habéis drenado las toxinas, de acuerdo con la capacidad de aguante de vuestra alma y de vuestro cuerpo físico.

Aún apegada a la materia densa, vuestra mentes no consigue comprender, con exactitud, la grandeza del trabajo asistencial y caritativo que se os ofrece por la Bendición de Dios. Vuestra alma camina entre tropiezos en el trabajo mientras sois asistidas y se limpian vuestras vestes.

No dejéis que vuestra fe se vea afectada, pues os encontráis en el lado de Cristo, por propia elección, a pesar de las flaquezas e imperfecciones que aún os dominan, en muchos momentos. Ya sois hijas amadas en fase de redención espiritual. Ya no estáis entre los grupos de aquellos que en cualquier instante pueden verse nuevamente arrastrados por la negatividad reinante.

Solamente de vuestro interior puede salir la fuerza que os llevará a la caída. No obstante, ante la menor manifestación de inferioridad que aún pueda existir en vuestra alma, todos nosotros que os acompañamos, haremos lo posible para alertaros, invitándoos siempre y cada vez más, a la convivencia con el Maestro Jesús.

Sois las limpiadoras de los planos inferiores, y como tales, actuaréis hasta el final, pues la suciedad que hoy ayudáis a limpiar, es la misma que ayer contribuisteis a ensuciar.

Que la paz del Señor de los Mundos envuelva vuestras pequeñas e infantiles almas, y que Jesús alimentando vuestro sueño, os transporte a las regiones sublimes del amor eterno, donde ninguna duda se instalará en vuestra mente.

La paz os dejamos en el nombre de Jesús.