La búsqueda de la Verdad es el primer paso para el alma que despierta, reconociendo en sí misma las marcas del atraso espiritual y la necesidad de mejorar.

Guiado por una Fuerza Superior, que muchas veces se resiste a aceptar, dando sus primeros pasos, intentando clarificar mente y corazón dentro de las nuevas realidades que traigan paz, armonía y fraternidad.

Sin embargo, hermanos, descubrir la Verdad Superior acerca de las condiciones evolutivas de cada uno y las respuestas sobre cómo se debe proceder para alcanzar los planos superiores, conlleva graves responsabilidades para aquel que adquiere el conocimiento:

Por lo tanto, hermanos, buscad en la práctica de las Enseñanzas Mayores que habéis estado buscando y recibiendo, alcanzar los fines programados para esta etapa de la encarnación que vivís.

No existe complejidad en las sencillas y profundas enseñanzas del Divino Maestro Jesús cuando orienta a aquel que desea progresar a "tomar de su cruz y seguirle, amando y perdonando a todos los que están a su alrededor"; y al mismo tiempo, auxiliando a tantos carentes como puedan alcanzar sus manos.

La historia pasada del alma está viva en cada célula que constituye su ser, preparada para ser transmutada de la oscuridad a la luz; pero, para eso hermanos, debe haber un esfuerzo individual por perdonar a los enemigos y practicar la Ley Mayor del Amor al prójimo.

Id y pulid vuestro espíritu en las aguas turbulentas de este mar revuelto del "final de los tiempos". Cada dificultad encontrada puede ser suplantada a la luz del Evangelio del Divino Maestro Jesús, pues, emitido un pensamiento de súplica, socorro u orientación, recibiréis una respuesta y encontraréis la salida a la maraña de dudas, preguntas y cuestionamientos.

Buscad en la simplicidad de la vida y en el amor distribuido en abundancia a los carentes, las fuerzas necesarias para llegar al final de esta existencia, pues son muchos los desequilibrados, los perdidos y desorientados que necesitan mentes lúcidas y manos fuertes que les guíen hacia un puerto seguro.

Id y llevad la palabra amiga, el alimento y la ayuda a aquellos que lo necesitan, y estaréis cumpliendo vuestro destino, perdonándoos los unos a los otros, estudiando, aprendiendo y transformando vuestra alma.

Estos hermanos que estuvieron aquí por la Gracia Divina, fueron socorridos y serán guiados, según sus necesidades, para recibir la ayuda necesaria por su largo estancamiento en la oscuridad; pero hijos, otros vendrán llenos de odio y os perseguirán, deseosos de venganza; pues fueron profundamente heridos en su alma y corazón, y en rebeldía no perdonan. Sed aquel que ofrece su mano y perdona, suplicando al Padre Misericordioso la oportunidad de ayudar a quienes hicisteis caer. Quien ayuda es mucho más ayudado, y recibe el doble de aquello que entrega de sí mismo en beneficio de los que permanecen en las tinieblas.

Hermanos, estudiad la Doctrina de los Espíritus, porque comprendiéndola encontraréis todas las respuestas.

Que Jesús nos bendiga a todos.

Quien os habla es un Hermano ligado a vuestra alma. Os hemos acompañado en vuestro progreso y vuestras caídas, desde hace siglos.

Si deseáis un nombre, podéis llamarme Daniel.

¡Salve Jesús, Salve la Luz!

Nota: Este mensaje iba dirigido a alguien, pero como sirve para cualquiera de nosotros, lo publicamos.