Cerremos los ojos.
Escuchemos la voz del silencio.
Calmemos la mente.
Controlemos la respiración.
Permitámonos sentir el latido de nuestro corazón.
Intentemos ver, con el tercer ojo, todo lo que nos rodea.
Sensibilicémonos con la energía del amor que nos envuelvo a todos.
Considerando que cada ser es único, individual, sentiremos o veremos diferentes escenarios, pues estamos adentrando la intimidad do nuestro Yo.
La energía que da forma a los objetos en la tercera dimensión no es tan sutil como la que plasma las cosas en el plano astral.
Cuando trillamos por los caminos del pensamiento, ejerciendo un total control sobre ellos, podemos acceder a una parte de nuestro subconsciente y descubrir nuestra historia de vida, así como la trayectoria de nuestra alma.
A partir de ahí, según la forma en que construyamos nuestro ambiente en el astral, una vez desencarnados, utilizando la materia prima de nuestra mente, fabricada en el transcurso de nuestra vida física, también nos habilitaremos para promover cambios considerables en la presente existencia, utilizando la misma técnica mental.
Todo es posible para el bien.
Conociendo el pasado, podemos planificar el futuro, recordando siempre que la ley del amor, norteando nuestras acciones, nos asegura un futuro de paz y armonía con el Cosmos, lo que internamente es el objetivo de todos.
Saludos amorosos.
Rajik
GESJ - 08/03/2007 - Reunión Pública - Vitória, ES - Brasil