Poco a poco verás como se disipa la neblina ante tus ojos. Verás con mayor claridad que la niebla traicionera nacía en la propia mente, velando las realidades invisibles a los ojos materiales. Valiosa perseverancia habita tu ser y es esa virtud amiga la que te sostiene en la neblina.
Alimenta tu propia fe para que se torne robusta y persevera en el trabajo espiritual. Jesús comanda el destino de la Tierra y necesita a todos los trabajadores. Formas parte de ese ejército reunido, preparado y guiado por el Maestro Mayor y que en estos momentos está bajo mi mando.
Confraterniza con tus hermanos en nuestra "familia espiritual." Toma tu cruz y sigue trabajando, pues para estos momentos la orden es: Trabajad, trabajad, trabajad.
Ramatis
GESJ - 23/01/2007 - Vitória, ES - Brasil
Obs.: Mensaje para un trabajador de la Casa todavía indeciso.