Hermanos,
La esperanza, faro radiante, es el sentimiento luminoso que envuelve a todos los que tienen fe en la Misericordia Divina.
Cuando se liberan de las cargas del odio, rebelión y todo tipo de rebeldías, los seres humanos "deformados" recomienzan la jornada de reconstitución plástica de su forma original.
Lucha y sacrificio. Tratamiento y trabajo. Esfuerzo y renovación son algunos de los elementos imprescindibles para la regeneración de aquellos que ya reconocen el camino pernicioso que conduce a la estagnación del espíritu.
Hermanos, cultivad la esperanza en el corazón, pues ella, como un faro inapagable, iluminará la jornada de regeneración y progreso, que todos alcanzarán.
La forma en la que hoy os presentáis es temporal, y una vez modificadas las condiciones mentales, tumultuosas debido a las vibraciones emocionales inferiores, automáticamente la forma humana os será restituida.
El Señor está con vosotros.
Saludos cordiales.
Rochester
GESJ - 08/11/2007 - Vitória, ES - Brasil