¡Que Brasil sea de los brasileños!
Que la mancha que ensucia la Tierra del "Cruceiro" no alcance a los corazones puros del pueblo varonil.
Pueblo brasileño, la fe debe ser vuestra bandera en la defensa de vuestros principios. El amor y la esperanza demuestran en vuestras acciones, la certeza de un porvenir grandioso.
La Nación Brasileña es el Granero del Mundo y la Patria del Evangelio, a pesar de las acciones contrarias de algunos.
Hermanos, tened fe en las Fuerzas Superiores que vos guían en la Tierra, y la certeza de la victoria de la Luz sobre las Tinieblas.
Que la paz y el amor sean el norte para las acciones de este pueblo destinado a irradiar fraternidad al mundo.
Salve Jesús.
Salve Brasil.
Ismael
Guía Espiritual do Brasil
GESH - 14/09/2007 - Vitória, ES - Brasil