Videncia:
El Conde Rochester nos lleva a un altillo de piedra. A nuestra frente oscuridad y una niebla que se arrastra hasta nosotros, cubriéndonos totalmente. No sentimos miedo, es más, no sentimos ninguna emoción.
Cuando conseguimos divisar algo, un "gigantesco dragón" nos eleva con tan sólo un dedo.
El Conde dice que la figura es apenas una proyección figurativa de la Bestia, por eso no había negatividad en el lugar.
Le decimos al Conde que si la criatura pertenece a esa dimensión no tendremos ninguna oportunidad frente a ella.
Él nos responde:
"Un virus microscópico es capaz de diezmar muchas vidas. El tamaño no es lo que garantiza la victoria.
La criatura vive en su reducto cercado por emanaciones horrorosas, pero que serán destruidas. Cada día que pasa el Ejército de Cristo está más cerca de su escondite."
Veo la región del abismo próxima a la morada de la Fiera. Hay ríos caudalosos e hirvientes, de un líquido espeso, pero no es lava.
El Conde Rochester nos dice:
"Los ríos están compuestos de emanaciones negativas de los humanos.
Rodeando a la Fiera existen millares de trampas y todas van a ser desarmadas. Los seres vencidos, serán aprisionados y enviados, cada uno, hacia un nuevo destino, que ciertamente será el exilio.
El mal está destinado a desaparecer del planeta. "
Veo figuras horripilantes, imágenes incompletas, sin un contorno definido. Veo que luchamos en el Abismo. Usamos ropas especiales. Estamos tan concentradas en la lucha que el ambiente extenuante e inhóspito no nos afecta. Pero, al final de la batalla, cada cierto tiempo nos colocan en unas cámaras de refrigeración, o nos instalan en pequeños "oasis de Luz", para reducir la intensa presión en nuestros cuerpos y para limpiar y desobstruir los canales de luz de aquel cuerpo.
GESH - 12/11/2007 - Vigilia Jacaraípe - Serra, ES - Brasil