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La verdadera vida es la del Espíritu

27/04/2008

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Queridas hermanas, os enviamos vibraciones de amor y paz.

La sabiduría divina consiste en aliar a hermanos devotos en el trabajo redentor, pues la comunicación con Espíritus Superiores proporciona a los Grupos de Trabajo la recepción de fluidos energéticos de elevado tenor, cuya transfusión ayuda en el desarrollo de las fuerzas del grupo receptor y de cada participante en el mismo.

Estos, a su vez, vivenciando la experiencia y el contacto con las Fuerzas de la Luz, encuentran el impulso para transformar dentro de sí, los residuos existentes de baja frecuencia.

Cada ser que se comunica con vosotros deja su marca, pues transfiere a través del comunicante su energía, contribuyendo con ideas y vibraciones para la elevación de todos.

Los medios encontrados para facilitar el desarrollo de la conciencia son diversos, y el Plan Divino atiende a todos, incondicionalmente, ofreciendo oportunidades infinitas de reajuste, mudanza y crecimiento.

El Mundo atónito asiste la cruel embestida de los hermanos asiáticos contra la familia monástica del Tibet.

¡Que sepan que el "régimen de la fuerza" que hoy causa horror al Mundo viene imponiendo su mano de hierro sobre nuestro pueblo desde hace décadas!

¡"Ojos que no ven, corazón que no siente!" Dice un dicho popular. Mientras la Nación Tibetana sufre crueldades e injusticias, escondida por las montañas nevadas, el Mundo no siente nada y las "autoridades internacionales" no apoyan al pequeño país masacrado sin piedad por el Gigante Amarillo.

¡Somos hermanos! Pueblo contra pueblo que se consumen en luchas sin fin. Violencia brutal contra la vida, único bien verdadero que poseemos, donado por el Creador y destinado para la reconciliación con Su Voluntad Soberana.

Nosotros los tibetanos no somos un pueblo sin valores, todo lo contrario, nuestra fuerza reside en el cultivo de las enseñanzas milenarias y sin ningún valor monetario.

Apreciamos lo que es bello y enriquece la vida humana. De la forma como vivimos, intentamos dar ejemplo al mundo de nuestros preceptos de poco apego a la materia y veneración por la "Fuerza Curativa de la Vida".

Muchos mal interpretan nuestras prácticas, critican, ponen en duda nuestro honor. Nos atacan, porque se sienten amenazados por uno de los últimos núcleos de resistencia existente en el planeta, núcleos que persisten en afirmar y dar testimonio de la transitoriedad de la materia densa.

La verdadera vida es la del espíritu. Sobre la Tierra caminan los hombres con la finalidad de dedicarse a expandir sus sentimientos, transformándolos a través de la actuación voluntaria de la mente:

El odio en amor;

La tristeza en alegría;

El orgullo en humildad;

El egoísmo en amor al prójimo;

La guerra en paz.

Humanidad carente, despertad cuando oigáis los gritos y gemidos de nuestros hermanos, pues cada uno de los que son torturados y muertos, representa la aniquilación de la fuerza, el coraje, la bondad, el amor, la misericordia y la luz. el planeta pierde colaboradores y benefactores de la paz mundial. En su lugar se superponen conquistadores bárbaros, cuyo único propósito es usufructuar la materia, absorbiendo fuerzas al planeta y dejando tras de sí un rastro de destrucción.

Si queréis sobreponeros al mal, unios en defensa del Tibet y restaurad la soberanía de un pueblo, cuya cultura eleva la vida humana en el planeta a la condición de honorables hijos amados de Dios.

De manos dadas, los Espíritus de Luz, vinculados a los Pueblos de Oriente suplican al Divino Gobernador, una oportunidad más para esta humanidad.

Dejad libre el Tibet y respetad la soberanía del pueblo tibetano. El tiempo de "los bárbaros" ya pasó, sólo resta saber si la civilización actual es capaz de manifestarse en contra de su expresión más negra y cruel.

Hermanos y amigos, yo fui protagonista de ese tiempo de persecución y rebelión contra nuestro pueblo. Saqué adelante el Plan Divino de esparcir por el mundo nuestros conocimientos, valores y prácticas.

Muerto, continuo trabajando y prestando al Mundo la humilde colaboración de los que nada tienen para dar, pero que mucho desean ayudar.

Ayudar, por lo tanto, en este tiempo doloroso, es hacer público ante el mundo que se unan en favor del Tibet y contra las Fuerzas Imperialistas que intentan diezmar la sociedad monástica.

Apoyad a su Eminencia el Lama.

Permitidle la oportunidad de hablar.

Escuchad sus palabras y modificad vuestra manera de actuar.

Vivís sobre la Tierra las últimas horas y el enfrentamiento final de las fuerzas contrarias se aproxima. Nada quedará sobre las superficie del planeta que no sea el resultado de nuestros actos, pensamientos y palabras.

¡Salve la Luz!

¡Salve Jesús!

Rampa

GESH - 04/04/2008 - Vitória, ES - Brasil

Obs: Lobsang Rampa, Lama tibetano, querido amigo y hermano de encarnaciones pasadas, vividas en aquellos parajes. Fallecido en la 2ª mitad del siglo veinte, hace muchos años que trabaja en nuestro GESJ. Leed sus obras, son extraordinarias. Ellas nos hablan de la vida, usos y costumbre de los tibetanos, en un lenguaje sencillo, claro, bonito y muy interesante. Empezad por la 1ª obra: El Tercer Ojo.

Paz en Jesús.

Margarida




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