¡Hermanos, que la paz y la bondad os envuelvan a todos!

Llamados a servir, con pasos amplios, caminad en la dirección del trabajo redentor. Con el corazón repleto de amor, donad fluidos de caridad, esparciendo vuestro perfume y buena-ventura por donde paséis.

De este modo, dejarán de perseguiros los "seres nefastos", pues la luz inhibe las tinieblas y la fuerza del amor irradiado en forma de entrega de uno mismo, neutraliza la acción del mal.

¡Oh Dios! ¡Cuantas veces he visto, perseguidores insistentes que abandonan sus víctimas, conmovidos por la entrega total de espíritus que ya se han regenerado!

Cuantos locos han recuperado la salud después de una larga convivencia con las Fuerzas del Bien, perseverantes y sinceras.

Hermanos, haría más si estuviese encarnado, pues yo mismo he podido comprender, aún estando en la materia, que es dando como se recibe y perdonando como se es perdonado.

Sonríe, pues el Creador os ha brindado la dádiva del trabajo. Hoy sigo a vuestro lado en las lidias espirituales y vengo para incentivaros a acreditar vuestro espíritu por el servicio amoroso hacia aquellos que más os necesitan.

Paciencia y coraje.

Los cambios requieren lucha y toda lucha junto a Jesús termina en victoria.

Con amor os dejamos.

Hermano Francisco

GESJ - 19/02/2008 - Reunión Pública - Vitória, ES - Brasil