Hijas amadas,

El Verbo de Dios ha activado las semillas lanzadas en vuestros corazones hace mucho tiempo. Las semillas de las verdades libertadoras y del amor han crecido en vuestro interior y vemos que los frutos de estas semillas se manifiestan en la dedicación y el amor en el cumplimiento del servicio redentor.

Las zarpas del odio, de la maldad del mundo, aún pueden alcanzaros, pues vuestro vestido aún tiene máculas por limpiar en la pila de las lágrimas, pero vuestros espíritus ya están libres de las máculas pesadas que mantienen a las almas ignorantes y aferradas a la oscuridad y a las tinieblas.

El Soplo Divino ha curado vuestras llagas y las Marcas de Cristo están vivas en vosotros.

El arduo servicio en la materia y las luchas en los planos invisibles continúan y por encima de toda la injusticia de la Tierra, paira el Amor de Dios que vela por todos nosotros.

Jesús, como un potentísimo Faro, guía a los viajeros en la oscura noche de los "tiempos finales".

Estamos con vosotros y lo estaremos hasta el final, cuando llegue el deseado reencuentro en las esferas iluminadas.

Salve Jesús.