Hermanos, vibremos en Amor!

Todos nosotros, que velamos por vosotros, estuvimos en la Tierra habitando un cuerpo físico, como el que hoy habitáis. Sentimos dolor y miedo como vosotros sentís, fracasamos muchas veces como hoy lo hacéis, pero no desistimos de luchar, pues despertamos nuestro ser a la necesidad de progreso.

Muchos de vosotros, seres humanos encarnados o no, sois hijos amados que conocimos en eras pasadas, y buscamos sacaros de la oscuridad hacia la luz.

Os enviamos nuestros sentimientos de amor, vibrando en alta frecuencia para que pueda envolver vuestra alma, sacudiéndola de la inercia que elegisteis para vosotros.

Venid hermanos, despertad! Cristo os invita a tomar las redes de vuestro destino, mudando la ropa rota por vestes acordes a vuestra condición de hijos de Dios.

Allá donde estéis las luces de lo Alto llegarán hasta vosotros; aprovechadlas como último suspiro de vida en esta dimensión atrasada. Erguid vuestra frente hacia lo Alto y emitid un pensamiento de socorro para que podamos alcanzaros.

El amor vibra en torno a la Tierra.

Soy la Maestra Nada y os amo, hermanos.