Hijos Míos, nada temáis ante la Fuerza del Mal!

Mi Luz incide sobre vosotros, iluminando vuestro camino.

Estáis preparados para enfrentaros al mal y vencerlo. Conseguisteis por fin iluminar vuestras almas con la Luz de Mi Amor, saturando vuestras células de paz y de amor. Volvisteis a la condición que fuisteis creados, como centellas de luz para progresar.

No penséis demasiado en el tiempo que les espera a aquellos que yerran para que recuperen su forma y retomen el camino de la evolución, porque también vosotros trillasteis los caminos de las deformidades y hoy habéis alcanzado la liberación de los Mundos de Expiaciones y Pruebas.

La Bestia, un día en la eternidad, también alcanzará la forma de "Ángel Sublime", repleto de Luz.

La etapa de la evolución en la que se encuentra es transitoria, pues todas las centellas inmersas en el Amor de Dios caminan hacia la evolución y hacia la perfección. No importa cuánto se retrasen en su ascensión; inexorablemente estarán de regreso al Reino de Luz.

Seguid confiados en Mi Amor y en Mi Presencia junto a vosotros.

Margarida - La eternidad no tiene fin, y las Leyes de Dios nos dan todo el tiempo las oportunidades para progresar siempre.

Jesús - El torbellino de progreso en la creación de los mundos y los seres es ilimitado y en la Casa del Padre siempre habrá una morada para todos Sus hijos.

Que Dios os bendiga a todos, hijos amados.

Marchad sin temor y cumplid con vuestras tareas, pues el Reino de la Luz no tardará en dominar la Tierra.