Hermanos, la intolerancia entre los seres humanos es la dolorosa realidad del Apocalipsis.
Fueron previstas hace milenios, las señales de identificación del Juicio Final: hermanos que no se reconocen como hermanos, padres e hijos volviéndose enemigos inmortales, el hambre y la guerra asolando a las masas humanas. Es la presencia del Anticristo que se manifiesta en la sangre derramada, en la violencia y la barbarie de los tiempos que vivís.
Todo el Planeta se resiente y toda la humanidad clama paz. Las voces de los seres humanos se unen en lamentos de dolor y sufrimiento por las pérdidas humanas en los actos salvajes que deambulan entre esta humanidad.
Es el momento que os hemos venido anunciando, no como castigo del Padre Creador, sino como consecuencia desastrosa de las acciones humanas en el transcurso de los milenios en los que habitaron el lindo Planeta Tierra. Olas crecientes de terror seguirán. Los inocentes inmolados por las bandas conducidas por la mente perversa de la Bestia, la brutalidad entre seres hermanos, grupos familiares que se pelean hasta la muerte.
Las frágiles construcciones humanas que albergan a los detractores de la Ley (cárceles) no significan nada ante la ferocidad de aquellos que, sin escuela, sin hogar, sin apoyo gubernamental, fueron criados en las calles, con libertad, sin ninguna disciplina para su alma rebelde. Seres cuja inteligencia perfeccionaron a lo largo de muchas existencias en el crimen, que en estos momentos se encuentran en condiciones ideales para maquinar y planear los crímenes, las tramas diabólicas que enredan a los gobernantes; pero no solamente a los gobernantes, sino a toda la sociedad terrena.
Donde haya una criatura con tendencias desvirtuadas del bien, se agrupan aquellos que desean usurpar los bienes ajenos, adquirir fortunas sin esfuerzo, macular la inocencia, urdiendo venganzas diabólicas. Plano físico y espiritual en colusión pintan el cuadro doloroso del Juicio Final que vivís.
Las Naves Extraterrestres circulan entre vosotros, derramando vibraciones positivas que atenúan los impactos violentos de vuestras emanaciones, garantizando que el Plan Divino siga su curso, dando oportunidad a todos los seres humanos, encarnados o no, para realizar nuevas elecciones y salir de las zonas oscuras de los Planetas de Expiación y Pruebas hacia un Mundo Mejor.
No obstante hermanos, son pocos los que consiguen acceder a las Vibraciones Superiores, emanadas por los Seres Sublimes que dirigen y gobiernan el Planeta y su humanidad; pocos serán aquellos que alcanzarán la Tierra prometida de Regeneración.
No es castigo Divino el caos que vivís, es la mera consecuencia de vuestra siembra imprudente.
Jesús, Maestro que conduce a esta humanidad, está presente, cada vez más próximo a la Tierra, a medida que avanza hacia la finalización del Apocalipsis, y el dolor con más fuerza visita a todos los seres en la Tierra.
Tened fe aquellos que creéis en la Suprema Presencia guiando las vidas, controlando los acontecimientos de la Transición Planetaria, pues veréis caer las estructuras de la civilización y las barreras de la cordura se romperán, provocando locura e insensatez aún mayores en las acciones humanas.
La fe os guiará en el torbellino de las batallas de las pruebas finales que vivís.
Cada ser que resiste a los ataques de las Tinieblas, fortalece su alma para enfrentarse a todas las batallas, vencerlas, y por fin alcanzar la victoria en la Luz.
Vuestro hermano, Juan Bautista con vosotros, alertándoos para que mantengáis vuestras mentes y acciones bañadas en el Evangelio de Cristo, pues solamente Él sostendrá a todas las almas frente al dolor del Apocalipsis.
Salve Jesús! Salve el amor! salve la paz.
Juan Batista
GESH - 07/03/2015 - Vitória, ES - Brasil