En tiempos pasados se planificó mi venida a la Tierra para albergar, en mi vientre, a la noble criatura que vino desde las esferas luminosas para encender un faro de esperanza y amor.
Planifiqué e hice promesas de servicio y ayuda a los hermanos del pequeño planeta azul, perla luminosa que fluctúa en el espacio sideral, irradiando colores diversos.
Y allí penetramos, bajando a la superficie terrena para recibir a la divina criatura. Y Él vino, sacrificándose en su descenso para ocupar un cuerpo físico que, dada la tesitura de su espíritu, ya no podría habitar.
Incluso así, redujo Su intenso espectro luminoso para ocupar el pequeño recipiente corporal destinado para él en esta dimensión. Cuando llegó al mundo, le tomé en mis brazos, sintiendo Su amor pulsando grandioso en aquel tierno cuerpecito infantil.
No tenemos cómo haceros comprender lo que sentimos al contacto con Sus vibraciones sublimes. No obstante, todas vosotras, mujeres que recibís en vuestro vientre un nuevo cuerpo infantil, al tocar a la pequeña criatura que ayudasteis a crear, sabéis del sublime amor de madre que se derrama de nuestros corazones al contemplar a nuestros hijos.
Este amor, potencializado, es el que sentimos por toda la humanidad.
Jesús no es solamente el hombre que transitó entre vosotros en los círculos terrenales. Él es el Amor del Padre derramado y materializado entre Sus hijos.
Es el Faro Luminoso que guía las existencias en la Tierra, el Sol que hace germinar la vida en todo el Orbe.
Hijas amadas, hermanas queridas, Jesús está con vosotros y Su luz sublime quema los miasmas que torturan y amenazan la vida en la Tierra. Emitid vuestros pensamientos en Su dirección para que Él os guíe en los caminos tormentosos del Apocalipsis que estáis viviendo.
Con Él trillamos e camino en la Tierra y Le seguimos en los planos invisibles, conduciendo a esta humanidad hermana.
Amad como Él nos enseñó.
Perdonad como Él perdonó.
Este es el Camino, hermanas amadas, que nos lleva a la salvación.
Pedid y obtendréis. Buscad y hallaréis.
Llamad y se os abrirán las puertas de la liberación.
Salve Jesús. Salve el Amor que nos guía.
María de Nazareth
GESH - 13/12/2014 - Vigilia Refugio Siervos de Jesús - Vila Velha, ES - Brasil