Hermanos, paz en la Tierra y bondad en el corazón de los hombres!

Los seres que anunciaron la venida de Jesús esparcieron la Buena Nueva de la presencia del Ser de Luz en la Tierra, y regresaron a sus palacios luminosos. Y Jesús bajó, Foco de Luz iluminando la oscuridad de la Tierra.

Sin embargo, hermanos, aún hoy sigue habiendo mucha oscuridad y tinieblas. Millares de almas luchan, recusando elevar sus pensamientos a la Luz Mayor.

Aquellos que entendieron las lecciones enviadas por el Cristo Planetario y que están sintonizados con Él en el amor y en la práctica del bien, deben sembrar la luz del entendimiento entre las criaturas y la esperanza en un porvenir renovado.

La esperanza debe ser cultivada en los corazones para que sepan que las tormentas inevitables tienen un final y que un sol radiante despuntará en el horizonte de la Tierra Renovada, donde aquellos que permanecieron con la mente y el corazón ligados a la Luz de Cristo alcanzarán el porvenir en la Tierra Prometida.

Luchar en las tinieblas es una dolorosa manera de vivir. Los ignorantes insisten en vivir esa experiencia. Por ellos, elevemos nuestro pensamiento a Dios, suplicando que Su Amor, que abarca y envuelve a todas las criaturas, les alcance. Y que a su vez ellos, reconociendo el Amor Infinito del Padre, consigan salir de las tinieblas hacia la luz.

Hermanos amados, la lucha entre el bien y el mal alcanza su apogeo y la venerada figura de Jesús está por encima del caos, iluminando, esparciendo Su Amor, Su Fuerza y Su Luz, hacia el campo de batalla de la Tierra.

Hermanos de la Tierra, el Juicio Final es una realidad que no deseáis enfrentar, sin embargo, no habrá paz mientras no enfrentéis el "rechinar de dientes".

Os saludamos en el nombre del Amor.

Somos los Jardineros del Espacio y servimos al Creador, auxiliando a Sus hijos menores en evolución, peregrinando por los planetas rústicos del Universo.

Salve la Luz. Salve el Amor. Salve Jesús.