Salve Jesús. Salve la Luz que nos guía.

Hermanas, en todos los tiempos fuimos nosotros los carentes de auxilio.

Vinimos a la Tierra decaídos de otro planeta, de otro ciclo planetario, y la Misericordia Divina nos envió a diferentes parajes donde tuvimos nuevas oportunidades de erguirnos ante la Consciencia Divina: Dios.

Durante milenios nos arrastramos en los errores, desconsiderando la mano amiga de los Hermanos Mayores que nos auxilian en todas las épocas, desde nuestra creación.

Por fin, cansados de sufrir, reunimos fuerzas y dimos un grito en dirección al Padre, suplicando misericordia y socorro. Y las manos amigas, que siempre nos acompañaron, que nos ayudaron, nos sacaron de las tinieblas y nos colocaron en el camino de la Luz. Desde entonces, entre erros y aciertos, seguimos, caminantes en busca de renovación y progreso.

Entonces, conocimos a Ramatis. Y él, la Estrella que nos Guía, sujetando nuestra mano, nos mostró el camino iluminado que debíamos recorrer para alcanzar, por fin, la ascensión libertadora.

Transitamos por caminos tortuosos hasta este momento, en que nos deparamos con el final de otro ciclo planetario, razón para no perder la última oportunidad de ascensión hacia nuevos peldaños de evolución, donde almas afines, nuestros Hermanos Mayores, nos esperan, deseosos de encontrarnos en mejores condiciones evolutivas.

Seguimos trabajando en esta Casa de amor y caridad, en el nombre de Dios, en el nombre de Jesús, del Maestro Ramatis, cumpliendo determinaciones mayores, divulgando los mensajes sublimes para el despertar de la humanidad, en el socorro a los hermanos sufridores y decaídos, que caen en los campos de batalla, aún repletos de sombras.

Soy vuestro hermano Hercílio Maes y aquí estoy al servicio del Padre, conduciendo los trabajos de esta Casa - Refugio Siervos de Jesús (en el plano material, un lugar de trabajo ligado al Grupo Espírita Siervos de Jesús que fue albergue y actualmente realiza tareas de evangelización infantil), que son importantes desde el punto de vista espiritual, para la ascensión de este Grupo de Trabajo. Y desde el punto de vista físico, debéis esforzaros para mantener viva la Luz de la esperanza, del amor y la caridad, en los trabajos caritativos y anónimos, sirviendo al Creador, en el nombre de Jesús.

Salve Jesús. Salve la Luz que nos guía.

Salve el Amor.