Hermanos, en el esfuerzo continuado del hombre por superar sus faltas, sus desengaños y dolores, todo causado por la rebeldía y el orgullo, pasa por varias pruebas que visan la preparación de su espíritu para las tareas a ser ejecutadas durante las jornadas de progreso.

Cada transformación sufrida por un planeta en su cambio de categoría planetaria, las convulsiones que modifican su aspecto físico, los días que pasa en total oscuridad, los ajustes en su eje y en su órbita, todo forma parte de un programa minuciosamente planeado, con eventos cuidadosamente encadenados, perfecto e intenso en su objetivo: convertir un mundo de expiación y pruebas en un mundo de regeneración.

La humanidad no podría estar distante de esos acontecimientos planetarios, pues es parte integrante y personaje principal de las escenas y enredos que, estupefactos, sienten estar aconteciendo en la conclusión del proyecto Tierra de 3ª dimensión.

En vez de apegaros al dolor de la separación, de sentiros desamparados ante la tristeza de perder los objetos de vuestra estima o la morada conquistada a costa del sudor de un trabajo exhaustivo, encarad esos acontecimientos como la campaña de progreso a la cual os comprometisteis ante los Maestros que avalaron vuestra encarnación. Manteneos con la cabeza alta, fuertes y perseverantes para que podáis superar las pruebas pedidas por vosotros, pruebas que suplicasteis.

Cada etapa de la transición que, poco a poco, vais superando, es una victoria que conquistáis y registráis en los libros de vuestras.

Son pruebas ásperas, bien lo sabemos, pero también fue superlativo el dolor causado al prójimo y al planeta a lo largo de vuestras existencias.

Al final, cuando amanezca un nuevo día después del aislamiento impuesto por la oscuridad que envolverá a la Tierra, saldréis de vuestros hogares y lugares de refugio como la mariposa que despierta en una nueva condición, transformándose en una trabajadora incansable de la naturaleza. Salid dispuestos al trabajo, sin olvidar las situaciones que os llevaron a la ruina humana y material, pues la causa ciertamente se encuentra en vuestro pasado delictivo.

Aprovechad, hermanos, mientras el reloj aún dicte vuestros pasos, para fortaleceros en las duras tareas que os esperan.

Estamos con vosotros, pues la mente no se apaga con la oscuridad, y vuestras súplicas llegan hasta nosotros. En la observancia de las órdenes superiores, estaremos a vuestro lado.

Paz a todos.