Salve Jesús!

La humanidad está sorda. Aún así les hablamos, pues la perseverancia de nuestro Amor romperá la cáscara gruesa y dura que los seres humanos construyeron como envoltorio para la Centella Divina, que recibieron como regalo y herencia del Creador.

Hermanos, solamente hay un camino que os llevará a evolucionar y es el de la fraternidad entre los seres. Aprended a mirar al prójimo, quienquiera que sea, humano o no, como un igual, dedicándole el mismo amor que os dedicaríais a vosotros mismos. El día que consigáis realizar tal proeza, entonces estaréis preparados para ser conducidos a nuevos mundos. Mientras no aprendáis esto, no saldréis de donde estáis, pues esta es la lección de este Mundo.

Vosotros que trabajáis dedicados a las religiones esparcidas por el Mundo, atención, pues no son vuestras palabras las que liberan a la Centella Divina aprisionada dentro de vosotros, sino vuestras acciones en consonancia con el amor de Dios.

No hay misterios que no puedan ser revelados, pues la humanidad se encuentra en una etapa psicológica adecuada para la revelación de todas las verdades. Es preciso dejara atrás la etapa del hombre infantil y adentrarse con coraje en la madurez espiritual que os invita a la renovación y a la elevación.

Tantas disputas, luchas y guerras nunca os condujeron a propósito elevado alguno, y jamás lo harán. Tened compasión, aceptando la condición en la que os colocáis, y entonces habréis encontrado la verdadera religión.

Que la paz del Señor de los Mundos esté con nosotros.