Hijos amados, paz y amor os enviamos.

Quiso la Misericordia Divina que todas las centellas recorriesen igualmente el camino de la evolución por los diversos Reinos de la Naturaleza, consiguiendo la ascensión a través de las Leyes Divinas.

Alcanzado un determinado nivel de consciencia, la evolución se da por mérito propio de la criatura, mediante el uso del "libre albedrío" ofrecido por la Ley de la Evolución que rige la Vida.

En la etapa evolutiva en la que os encontráis, sois capaces de discernir el bien del mal, lo cierto de lo errado, la luz y las tinieblas. Por qué entonces, hijos míos, seguís manteniéndoos al margen de la evolución, atascados en las zonas oscuras del rechinar de dientes?

Nunca antes se había visto tanta libertad como en esta fase del "final de ciclo planetario", en la que la criatura tiene todo lo que desea, y cuanta más libertad tiene, más se empantana en el dolor, en las tinieblas y el atraso espiritual.

Madres, padres, y toda la jerarquía de criaturas, responsables de guiar las mentes infantiles hacia el progreso, están cayendo fatalmente por su falta de atención con los propósitos superiores de ascensión espiritual, despreciando los valores morales y desistiendo de la lucha por su propia evolución.

El libertinaje es notoria y la rebeldía arrastra a las criaturas que no tienen fe, a permanecer en los planos de los izquierdistas de Cristo.

Hermanos queridos, ante vosotros se presenta el "juicio final", y sin reconocer el momento importante y vital para vuestras almas, continuáis sirviendo a Manon.

Las Lecciones del Hijo Adorado os aseguran la liberación, si las practicáis. Adhiriéndoos a los Postulados Evangélicos encontraréis la liberación de los Planetas de Expiación.

Muchas son las reclamaciones que escuchamos procedentes de la Tierra, pero al auscultar los corazones de los que nos llaman, percibimos entristecidos, que apenas deseáis milagros.

No tenemos el poder de hacer que cese vuestro dolor, pues vosotros mismos lo atrajisteis, y solamente vosotros podréis hacer que cese.

Enfrentad el dolor sin rebeldía y veréis como alcanzáis la plenitud libertadora.

Elevad vuestros patrones morales y espirituales a través del amor y el perdón, lecciones suministradas por el Maestro Mayor, Jesús, y estaréis en el camino hacia un Mundo Mejor.

No son los patrones materiales los que elevan el alma. La materia, y todo lo que en ella habita, es transitoria y perecedera. El Espírito es inmortal.

Elevad los patrones espirituales mediante la práctica de las Lecciones de Amor que os dejó Jesús, y alcanzaréis los Planos Superiores, donde nos reuniremos en la gran Familia Universal.

Que la paz sea con vosotros.