Videncia: Al sentarnos en el borde de la carretera, vi que Zambi*, algunos Guerreros y sus felinos se postraron a nuestro alrededor, echándose en el suelo, un león a cada lado, lamiéndose las patas perezosamente.
Aparecieron varios negros y se colocaron alrededor nuestros para escucharnos.
Una negra alta que vestía diferente, destacaba sobre el resto; se sentó bien recta, llevaba un tocado especial en el pelo y nos miraba atentamente.
Después se levantó, hizo unos gestos con las manos y empezaron a aparecer imágenes de un tiempo lejano.
Vi África, negros corriendo alegremente. De repente, su sonrisa y alegría se transformó en gritos de horror y espantada sin éxito.
Aquellas personas fueron encadenadas unas a las otras y llevadas a los Barcos Negreros.
Dolorosa e inhumana travesía; muertes, castigos, hambre, enfermedad, maltrato infinito.
Cambió la escena y pasé a ver el mercado de esclavos en las ferias; estaban encadenados, expuestos como una mercancía humana o animal, con la que negociaban hombres cínicos y mal vestidos.
Entonces ella empezó a hablar:
Familias enteras fueron separadas por la crueldad humana.
Destinos destrozados bajo la mano de hierro del despotismo humano.
Casa grande, cobertizos, tronco, castigos, trabajos forzados, esclavitud.
El duro trabajo, la falta de libertad y los castigos constantes transformaron el alma de muchos negros que no aceptaron el dolor como un correctivo para su alma culpada, y se rebelaron contra Dios y Sus Leyes.
En el plano físico no tuvieron fuerzas para poder defenderse; sin embargo, libres de las ataduras de la materia cometieron muchos crímenes por venganza y volvieron aún más crueles que los señores, sus capataces infernales.
En este lugar, Quilombola de Araçatiba, existe un Puesto de Socorro Espiritual que acoge a los hermanos negros que aún están fuertemente prisioneros de su pasado.
Con mucha dificultad conseguimos llegar a su mente para que despertaran de las agonías del pasado.
Gracias a Instructores Mayores supimos que recibiríamos ayuda para un determinado grupo de infelices que están inmersos en clichés mentales, cristalizados en su alma.
Aún existen los rebelados que quieren venganza, pero conseguimos mantenerles alejados de nuestro pequeño Puesto de Socorro.
Alabado sea Dios y nuestro Señor Jesucristo que nos bendiga.
Soy Virginia de Açucena, fui una negra esclava, hoy un alma libre, humilde sierva de Dios.
Nobles hermanas (se refiere a nosotras), hace poco aparecieron unos "dragones" feroces que intentaban dominar esta región.
Nuestras fuerzas se ven impotentes contra ellos, pero creemos en el Señor, que nos protege, y también creemos en Su Misericordia al enviarnos a vosotras para combatir a las fieras.
Somos un número reducido de trabajadores, pero somos fuertes y obedientes al Señor y a Sus emisarios.
Que Jesús nos bendiga.
Virginia de Açucena
GESH - 16/07/2011 - Vigilia en Araçatiba, Viana, ES - Brasil
Nota *: El Guerrero africano Zambi, trabaja en el astral con un grupo de felinos: leones, tigres, panteras y similares, aparte de con sus valientes Guerreros.
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