Como es difícil entender el sufrimiento y agradecer a Dios por sufrir.

Pero es eso que el hombre hace cuando estuvo en las zonas más sombrías de la Tierra, cuando por allá pasó y consiguió salir, comprendiendo un poco más lo que es Dios, lo que es el perdón y aprendiendo a renunciar a las pequeñas glorias terrenales.

Aun soy un ser muy retrasado. Cuando caí, estaba ebrio por el poder y por la fortuna. Y como el poder embriaga y domina aquel que tiene la conciencia aún en construcción...! Ese elixir que consume e intervine en sus decisiones. Entonces el hombre se hunde sin percibir y, cuando despierta, se ve enmarañado en los enredos y decisiones urdidas por sus acciones. A partir de ese momento, se torna muy difícil retroceder y, con eso, se distancia paulatinamente de la programación de su vida para su regeneración.

Por lo tanto, sed fuertes, vosotros que aun camináis en el plano físico. El pasado os encuentra en todo instante y, en ese momento, cuanto eso ocurre, que estéis fuertes y preparados para decir no a aquello que os hizo caer en el pasado.

La luz del perdón es lo que pido.

Nota:　Maximilien François Marie Isidore de Robespierre fue un abogado y político francés, y una de las personalidades más importantes de la revolución francesa.