¡En el universo, todo está en evolución, ella nunca para!
Así aparentemente, los seres humanos están estancados en la ignorancia, y están encerrados en los atolladeros, en los charcos inferiores de los abismos infernales, sus almas sufren transformaciones a través del drenaje cáustico de las toxinas adheridas a sus cuerpos y sus conciencias sufren los impactos de las emociones inferiores, en choque con la conciencia Cristica que existe en lo íntimo de cada criatura.
Mientras no tenga la percepción en la existencia de esta conciencia, los seres de la creación sufren la acción de las Leyes generadoras, creadoras y mantenedoras de la vida: las Leyes de Dios, Padre de todas las cosas, Creador Increado.
Las leyes divinas impulsan las centellas automáticamente para la evolución, lo mismo que los seres humanos, en su rebeldía, rehusasen a evolucionar, las Leyes Perfectas de la Creación los alcanzarán, arrastrándolos a los pantanares cada vez más elevados.
Si, de forma consciente, el ser se decide por la ascensión, partirá cual rayo fulgurante, de frente y para lo alto, alcanzando las zonas sublimes de la creación.
La voluntad es la dínamo propulsora de la evolución.
Paz y amor.
Ramatis
GESH - 16/05/2015 - Vitória, ES - Brasil