Jesús sea con nosotros.

Hermanos, cuando, de forma humilde y sin pretensiones, con autorización de las Huestes Superiores, presentamos al mundo las realidades invisibles del plano astral que circundan el plano material, no tenemos la dimensión exacta de las dificultades que enfrentamos y la importancia de seguir el trabajo de diseminar verdades, retirando el velo de la ignorancia, descortinando pequeña parcela de la realidad espiritual. Sin embargo, nuestro trabajo representa apenas una parte del conjunto de mensajes y revelaciones que deberían ser transmitidas a la humanidad terrena, siendo tan inmadura y carente de conocimiento y fe.

Muchos de los médiums que se comprometieran con la tarea espiritual de traer para la Tierra las revelaciones de fundamental importancia para el despertar de las conciencias humanas, con el objetivo de acelerar la evolución de las criaturas, o abandonarán la tarea de mejor camino o ni siquiera la iniciarán.

Sin embargo, hermanos, aquellos que se dedicaran a las tareas espirituales con disciplina y amor, llevarán a los necesitados una palabra amiga de espiritualidad y reanimarán los carentes con esperanza.

Ustedes que, en el mejor de los casos, desean cambios, continuaron en sus tareas sacrificiales, sin embargo necesarias, pues el aumento del caos en los planos adyacentes invisible a la humanidad interactúa incesantemente con las criaturas encarnadas.

Multiplícanse la desesperación, el sufrimiento y la locura de los espíritus en torno de los encarnados y de los Puestos de Socorro y Colonias Espirituales Socorristas, no se multiplicarán en número suficiente para albergar a todos los sufridores.

Por lo tanto, hermanos, proseguir alertando y despertando las conciencias de los hermanos de la Tierra, pues es tiempo de acordar en trabajar por la propia transformación.

Jesús está con nosotros en la práctica de Sus Lecciones Inmortales aproximándonos a Su Presencia, que es constante entre nosotros.

Espiritas, uniros vosotros en la diseminación de los conocimientos acerca de la inmortalidad y la sobrevivencia del alma.

Unidos con el propósito de servir al Cristo, alcanzaremos a un mayor número de almas hermanas, que necesitan despertar antes de la aurora de la Nueva Era.

Paz y amor.