¡Amados hijos!
¡Hermanos, paz y amor!
El Apocalipsis fue anunciado con mucha antelación, dando tiempo y oportunidades para que las criaturas se transformaran ante las Leyes Mayores, y se prepararan para las duras y ásperas luchas.
Los retardatarios de la evolución, totalmente sin preparación, enfrentarán el Juicio Final, a pesar del cuidado de Las Huestes de luz y de las Jerarquías Elevadas en alertar insistentemente de los peligros, para aquellos que se niegan a plegarse ante las Leyes de Dios.
En esta etapa del Apocalipsis, aumentarán los índices de violencia.
¡Se aproxima un amanecer violento, prepararos!
Temido derramamiento de sangre ocurrirá en un tiempo no muy lejano, sorprendiendo al mundo por el elevado grado de barbarie.
¡No os espantéis, no os aterroricéis!
Elevad vuestras mentes al Padre Mayor, suplicando compasión y misericordia para las víctimas y los autores que se enfrentarán con odio incesante, aniquilándose más de una vez.
No forma parte del planteamiento Divino los actos de la violencia y el salvajismo de hermano contra hermano. Es la ley de la Atracción; el semejante atraído por el semejante.
La bestia acciona los mecanismos de la discordia y el odio de los seres, con ella sintonizados, atiendes a su llamada. De ahí el caos que os abate.
Las batallas llevadas en los dos planos de la vida sin subterfugios y sin máscaras, de las Fuerzas del Bien contra las Fuerzas del Mal, identifican los signos apocalípticos descritos por los Profetas.
La limpieza planetaria se acelera a medida que aumenta la discordia, el odio, la venganza y la violencia.
Tened fe y amor, compasión y misericordia, perdón y caridad.
Jesús está con vosotros.
Nostradamus
GESH - 08/07/2015 - Vitoria, ES - Brasil