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¡Hermanos, que no somos ángeles ni los demonios!

08/03/2016

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Salve la paz de Jesús.

No venimos a la tierra para privilegiar a grupos de personas. Venimos atendiendo al llamamiento de Dios, en cumplimiento de Su ley de amor al prójimo, para ayudar a la humanidad terrestre en los procesos depurativos programados para la ascensión angélica. Sin embargo, en el estadio rudimentario de las mentes y en los equívocos de sus leyes, los terrícolas nos ven como seres diabólicos o como seres que poseemos poderes mágicos.

¡Hermanos, no somos ángeles, ni demonios!

Somos los seres extraterrestres y ya evolucionamos, así como vosotros estáis evolucionando. Ya estuvimos atrasados en nuestra evolución y habitamos planetas atrasados y primitivos como vosotros! Pero en un determinado aprovechamos las oportunidades ofrecidas por el PIA y progresamos, alcanzando la evolución que poseemos.

Nuestra tecnología y nuestros conocimientos estarían a vuestra disposición si pudieseis utilizarlos en beneficio del prójimo y de las colectividades humanas. Sin embargo, sabemos lo que deseáis de nosotros: conocer nuestros equipamientos y nuestras armas para esclavizar, destruir, dominar el Planeta y las poblaciones que viven aquí.

¡Mirar dentro de vosotros y encontraréis el diablo que tentáis ver en nosotros!

¡Nosotros somos privilegiados! Conquistamos por méritos propios la ascensión nuestra y nosotros no estamos aquí para juzgaros; al contrario, estamos para auxiliaros con amor, con sinceridad de propósitos.

Nuestras acciones permanecen anónimas ante vuestros ojos, pero os afirmamos, en nombre de Dios, que la Tierra permanece viva y estable en el Sistema Solar debido también a nuestra contribución contundente y de los hermanos intraterrenos, que ignoráis completamente.

Actuamos, hermanos, neutralizando las descargas perniciosas que emitís de vuestras mentes y de vuestros corazones, reducidos a las consecuencias funestas de la energía atómica mal utilizada de la deforestación y de la contaminación de los ríos, mares y tierras.

Estamos con vosotros, aliados a Jesús y a Sus Huestes Sublimes, para mantener viva la llama de la Vida del Planeta Shan.

Auscultamos vuestras almas imperfectas y lo que vemos, hermanos, es que sois incompatibles con el planeta y con la situación de "injusticia humana".

No sois capaces de perdonar, de amar sin exigencias, de servir a Dios sin subterfugios y segundas intenciones. ¡Matáis vuestros hijos, contaminan vuestra casa planetaria, destruís vuestros hermanos de humanidad!

¿A dónde queréis llegar con tamaña ignorancia y perversidad?

Las Leyes de Dios, supremas en todos los Universos, os reclaman, hermanos, a reajustaros con la perfección de la vida.

Los Elevados Estatutos del Evangelio de Jesús os invitan al amor, el perdón y la suavidad.

No podéis negar que los esclarecimientos os llegan, que la verdad se encuentra a disposición de aquel deseoso de cambiar. Sin embargo, hermanos, no os permitís sembrar el bien, apenas deseáis coger laureles ficticios que sois incapaces de merecer. 

Nosotros no estamos juzgando, apenas os alertamos que el momento de la Tierra y de su humanidad es grave y aquellos que desean alcanzar los "cielos", como decís, los planos sublimes, deben ajustarse con las Leyes Divinas. ¡No hay otro camino!

¡Nosotros no somos los malhechores de la Tierra! ¡Sois vosotros, hermanos amados!

Nosotros somos poseedores de poderes que podrían sanar vuestras dificultades, problemas y dolores. Está en vuestras manos el poder de curación de los males que os abaten:

El amor al prójimo y a vosotros mismos.

El perdón de las ofensas.

El trabajo en beneficio de los que sufren.

Ámense unos a otros como el Padre nos ama.

Servir con dedicación y agradecimiento a la causa del bien, y todo lo demás se dará en vuestras vidas.

Jesús está con vosotros y nos guías en el auxilio que les prestamos a vosotros.

Somos parte de la Confederación Intergaláctica que trabaja bajo el Comando de Jesús en la Tierra.

Aquí estamos, hermanos, desde eras lejanas, cuando el Planeta aún estaba siendo construido. Somos vuestros hermanos más viejos y deseamos apenas ayudaros.

Nuestro amor por vosotros supera todas las piedras que tiráis sobre nosotros.

Sois como niños que no saben valorar los peligros, pero ahora sois capaces de hacer frente a las consecuencias de vuestras acciones.

Jesús os bendiga.

Seguiremos con vosotros hasta que el "Fin de los Tiempos," sirviendo a Dios y amando al prójimo.

Salve Jesús. Salve la luz que nos guía.

Soy Artran.

Artran

Confederación intergaláctica

GESH - 07/11/2015 - Vigilia Jacaraipe, Serra, ES - Brasil




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