Mensaje para ser divulgado a todos los seres humanos
Saludos a nuestros amigos del planeta Shan (La Tierra).
Nuestra presencia e intención se tornan cada día más claras para un número creciente de personas sin preconceptos. Millares de habitantes de la Tierra esperan con impaciencia nuestra aparición visible.
Puesto que ustedes tienen grandes razones para creer que somos capaces de efectuar aquello que ustedes llaman milagro, deseamos que se comprenda con mucha claridad que no tenemos nada en común con charlatanes que probarían la realidad de su existencia. Cada gesto nuestro es concebido de acuerdo a un plan bien determinado.
Hablo en nombre de todos nosotros, quienes estamos comprometidos en esta misión bastante ingrata de proveer asistencia a los habitantes asediados del planeta Shan (la Tierra está, de maneras diversas, cercada por las fuerzas del mal). Sería un inmenso alivio si nosotros, bajo formas etéricas que nos es posible utilizar, pudiéramos aterrizar simultáneamente en todas las partes del globo terrestre, poniendo fin a la absurda discordia y odios irreconciliables que anulan el esfuerzo común para la paz.
Las instrucciones que recibimos y nuestros principios nos impiden, mientras tanto, de actuar así.
Una resolución previa tomada por los propios habitantes de la Tierra debe preceder a nuestra entrada masiva en escena (Pidan y recibirán). Sólo entonces, nuestros poderes superiores, que sobrepasan los que ustedes tienen actualmente, podrán ser utilizados. Sí, hablo de la bomba H y otros explosivos terriblemente peligrosos. Una cosa es fabricar y hacer explotar tales ingenios, pero ¿dónde está el mortal que ha resuelto el problema de evitar tales explosiones o de reducir su efecto a la nada? Tal persona no existe en el planeta Shan. ¿Cómo osan entonces liberar una fuerza de tal amplitud sin tener la menor idea de cómo controlarla? ¿Habrían al menos notado seriamente los resultados de los fenómenos en el vasto dominio de la naturaleza?
Un gran número de mortales, suficientemente inteligentes, pone continuamente en movimiento ondas de pensamiento y sentimiento destructivo. Esas vibraciones perturbadoras recorren largas distancias y ocasionan continuamente agitaciones en el éter.
¿Ustedes piensan que esas discordias generadas por ustedes mismos y por millones de sus semejantes no tienen efecto alguno sobre las fuerzas inanimadas?
Patrulla del espacio: fiel a las Leyes Universales
Lo que ustedes llaman "dolencias" no existen, por decirlo así, en nuestros planetas, porque nosotros ya eliminamos sus causas.
Una vez que esos deseos y acciones nefastas, así como pesadamente cargadas, diseminan las cargas de la guerra en los reinos visible e invisible ¿cómo esperan los responsables poder escapar al terror de las consecuencias?
Lo que deseo dejar claro es que nosotros, Seres del Espacio, sea cual fuera el modo en que podamos temporalmente servir, tenemos el compromiso por juramento más solemne de mantener las Leyes Universales, las cuales son únicas responsables por la preservación de la vida en todos los niveles de consciencia. Un desvío de esas Leyes fijas e inmutables equivaldría a la pérdida de privilegios que conquistamos con nuestros esfuerzos ininterrumpidos. Nos gustaría, por ejemplo, darles un consejo: moldeen su vida, lo más posible, de acuerdo con las enseñanzas de aquel que descendió hasta entrar en contacto con los mortales por medio de la manifestación física.
En calidad de amigo y colaborador suyo, al servicio del Rey de Reyes, que actúa desde lo alto, nosotros les saludamos y nos esforzaremos por liberarlos de aquellos que tratan de oprimirlos y someterlos al régimen de dominación destructiva. Venimos como defensores o liberadores.
Para comenzar una serie de revelaciones sobre lo que acontecerá con la actividad de aquellos que están aprisionados en una jaula de carne y de los que serán sus asociados en el plano terrestre, es preciso que ustedes comprendan que sus amigos cósmicos poseen cuerpos de transposición, esto es, cuerpos que se pueden manifestar bajo diferentes formas (así como el agua puede manifestarse como vapor, nieve o hielo, de acuerdo a las condiciones atmosféricas naturales o artificiales). Es eso lo que nos permite ayudar a los mortales.
Como ustedes a veces olvidan, la guerra se desencadena violentamente en los planos astrales simultáneamente con su expansión en el plano terrestre. El hecho de que tantos seres humanos mueran, pero continúen viviendo en el plano astral con las mismas metas y deseos, hará que ustedes comprendan la dificultad de nuestra tarea.
Actualmente, millares de almas buscan seguir la senda de la evolución espiritual. Si nosotros no intervenimos, ellos serán condenados a ser arrastrados hacia las sendas descendentes que llevan a la miseria y degradación.
¿No valdría la pena luchar, durante algunos meses, en un conflicto desesperado entre las tinieblas y la luz, entre el odio y coraje sobre-humano, para asegurar a los seres humanos actuales la posibilidad de proseguir en su evolución espiritual?
Afirmo que la victoria no dependerá en absoluto de una ventaja material ni de un número superior de armas que llevan a los sabios a pensar que alcanzarán un conocimiento profundo y que organizarán el poder secreto de la Energía Cósmica. Debo decir que no es así. Un acto divino, como los mortales jamás habían visto hasta hoy, una conclusión rápida e irrefutable pondrá fin a eso. Deseamos que su planeta deposite la confianza en un único poder capaz de liberarlo de su destino inminente (pues no está en el poder de jefe terrestre alguno poner orden en toda la Tierra). El consentimiento impuesto por el miedo o por la fuerza nada vale frente a la lógica y lealtad profunda en relación a las concepciones superiores.
Ashtar Sheran
Comandante de la Flota de los Hombres del Espacio