Por mayores que sean los dolores, los sufrimientos y los lamentos, creer en Dios, pues Su Amor conduce a todos los hijos con acierto en los pasos en dirección al progreso.

Por mucho tiempo las almas permanecen estancadas en regiones oscuras, no aceptando enfrentar el propio destino, recelosas, amedrentadas, esclavizadas por los propios instintos. Sin embargo, la Ley del Progreso establecida por Dios, retardado de confusión todo el Planeta Tierra y su humanidad, esparcirá por el espacio sideral las almas, de acuerdo con su tono vibratorio.

La selección de los espíritus, encarnados o no, es hecho incontestable en estos tiempos de elección definitiva.

Muchas naves espaciales se adentran en la psicoesfera de la Tierra para buscar aquellos que ya se definen a la izquierda del Cristo; no consiguiendo alcanzar las vibraciones mínimas para cambiar a la derecha de Cristo. ¡Los exiliados abandonan la Tierra!

Los decaídos siguen un nuevo rumbo, trazado por sus elecciones, para planetas distantes de la Tierra. Sin embargo, la guerra iniciada para la limpieza planetaria, se está aproximando a su ápice.

El saneamiento del Orbe está acelerado, pues los niveles de energía deletérea están peligrosamente altos, saturando el planeta, como detonador de los acontecimientos programados para el Apocalipsis.

Luz y Oscuridad se enfrentan en los campos esparcidos por todo el Orbe; campos de lucha, donde los seres negativos son atraídos para la confrontación final en este planeta.

El Padre Magnánimo ofrece a todas las criaturas, las oportunidades necesarias para su progreso, muchas veces inmerecidas, a fin de cambiar la dirección de su trayectoria de vida, sin embargo, la mayoría permanece prisionera de los instintos, no aceptando la oportunidad que la Misericordia Divina les ofrece.

¡Adelante guerreras! Luchas y batallas darán el "tono" de vuestro trabajo en este final de "ciclo planetario."　

Espadas en alto, corazón en oración, acción firme en el Bien, para derrumbar la Bestia que trata de dominar el planeta y su humanidad.

¡Todos los acontecimientos están sincronizados con la Voluntad de Dios!

Para alcanzar la paz, habréis de recorrer todo un campo de guerra. Tener la certeza de la presencia de la Luz guiando vuestros destinos, para que alcancéis, finalmente, el ascenso espiritual.

Ondas de luz envuelven la Tierra en la tentativa de neutralizar las descargas pestilentes que emanáis. Senderos de luz, caminos protegidos se levantan entre el plano físico y el plano espiritual, para que el Ejército de Cristo sea en favor del prójimo, en favor de la Tierra.

¡Adelante Hermanos!

Desde el Planeta Patrulla monitorizamos los peligros de la Transición Planetaria; vigilamos el espacio, auxiliamos la Tierra.

¡Salve Jesús! ¡Salve la paz! ¡Salve el Amor!