Saludos os traemos desde la Ciudad Intraterrena de Okay.

Vengo a hablar de futuro y de esperanza.

Las mentes perturbadas de los habitantes de la superficie, dominada por los deseos insaciables de poder, se propagan entre los seres humanos encarnados y también por aquellos que ya perdieron el cuerpo físico, noticias que no son verdaderas, sobre nosotros, sobre extraterrestres y también de aquellos que ya no viven en la materia.

Hablo de una realidad invisible que los ojos físicos no pueden ver, mas, procurar al leer estas palabras ver con los ojos del alma, pues pertenecéis todos vosotros al mundo real de los espíritus, y no a la materia que utilizáis temporalmente para el aprendizaje necesario a vuestro mejoramiento.

Escuchar las palabras, ya que no se podéis ser impedidos, entretanto, procurar reflejar sensatamente y madurar vuestro pensamiento, porque la ápoca que vivéis es de extrema importancia.

Mucho tiempo tuvieron los humanos de superficie para comprender las cosas que os hablo, para que comprendieran presencias invisibles a los ojos de la materia, sin embargo, incluso delante de tantos acontecimientos que podríamos aquí relatar, la gran mayoría todavía no es capaz de creer.

Dicen que somos seres malvados y crueles; que intentamos invadir el planeta y destruir vuestra civilización.

¿Acaso no es eso mismo que ustedes están haciendo?

¿Por qué necesitamos nosotros hacer el trabajo que el tiempo dejaría para vosotros?

Sí, porque si no hubiese el planteamiento de la intervención divina, vuestro destino sería trazado por la inmensa gama de delincuencias y perversidades cultivadas por los imprudentes, ignorantes de las leyes Mayores.

Gracias al Padre, ellas existen, y determinan el límite de vuestra insanidad y es en la Providencia Divina en los acontecimientos que, como remedio doloroso y amargo, curará a la querida Tierra.　

No podemos impediros a vosotros de escuchar las insanas referencias que hacen los delincuentes, sobre el mundo espiritual y de otros planos y dimensiones invisibles, a los ojos de la materia. Pero la Bondad Divina nos permite la oportunidad de venir con vosotros y afirmaros:

Si las mentes no se encuentran fuertemente preparadas por el estudio, las conciencias alimentadas en la práctica del bien, si no estuvieran definitivamente despiertas para elegir el lado que deseáis estar, entonces, no nos podréis escuchar y comprendernos.

Vengo a hablar de futuro y esperanza, porque los mensajes que son traídos y divulgados por todas partes, caen y germinan cuando son cuidados con amor.

Ellos vienen creciendo y alimentando almas necesitadas, en los locales donde el cuidado y la atención le son dispensados, y los que despiertan serán, también jardineros y cultivarán los mensajes, transformándolos, no en un foco de desesperación y pesimismo, no obstante, en mensajes de esperanza.

La vida que se vive en la Tierra no es feliz, mas, el Padre nos da la vida para ser felices; y, cuando nos rendimos a Su Voluntad Mayor, encontramos la felicidad plena.

La humanidad de superficie está destinada a la felicidad, y ella vendrá; entretanto, antes que llegue para todos, sin distinción, como revelación del puro amor de Dios, es necesario que los hombres crean. Con todo, muchos solamente lo harán en la hora de miedo y de dolor.

Todos los que están y me escuchan y más aquellos que podrán escucharos a vosotros, aprovechar la oportunidad, como bendita oportunidad de renovación interior, y procurar el camino de redención individual, a través del trabajo colectivo en favor de las Huestes de Luz.

Hablamos de futuro, pero, que comienza en el presente. No os aguardéis sentados y tristes, con lo que perderán, ante sí, aguardar el futuro llegar, trabajando activamente en bien. Manos extendidas al prójimo y corazón feliz, porque el Padre va a renovar la vida en la Tierra.

Estamos aquí, y si quisierais hacer preguntas que sean relacionadas con el tema, podéis hacerlas. Somos vuestros hermanos.

¡Vengo a hablar de futuro y de esperanza!