Clarividencia - Vi a Hercilio Maes enseñando un curso para los adoctrinadores. Él, según informó, no estaba allí como coordinador de los trabajos de los Servidores Refugio Siervos de Jesús, sino como un exdirigente del centro espirita explicando la doctrina, incorporando el modelo de diálogos y comportamientos ideales de un Trabajador de la Luz.

Después de la videncia, él nos dirigió unas palabras sobre el asunto.

¡Hermanas, saludemos a la Luz!

El diálogo entre un ser sufridor y adoctrinador no debe limitarse a la frialdad de la técnica o apenas a conocimientos en los diversos aspectos del mundo espiritual. Es imprescindibles que el adoctrinador se envuelva en mucho amor, comprensión y fraternidad, colocándose en el lugar del hermano que sufre, teniendo en mente la posibilidad de haber pasado por una situación semejante un día.

No os preocupéis si la expresión es correcta, si la aplicación de la lectura de la obra espirita y su comprensión de trabajo espiritualista llegaran al entendimiento de la criatura; mas, por un momento, colocaros ustedes en el lugar del ser que agoniza y que, por muchas veces, pasan años, décadas o siglos en el aislamiento creado por su mente lejos de los espíritus de los amigos. Todo el que viene teniendo dolor, daños, odios y heridas espirituales que no se pueden resolver con una conversación rápida, que también no sufrirá su ignorancia sobre el mundo del cual ahora es parte; sin embargo, saben que un extraño es capaz de extender la mano y ofrecerle la paz que busca, en aquel momento valdrá más que un bello discurso de perfecto vernáculo, sin consistencia, sin amor, sin afecto. Muchas de las informaciones pasadas escapan de la comprensión del ser ignorante de todo lo que es espiritual. Para él, la comodidad viene de saber que nadie lo juzgará, que no va a ser expulsado, que la situación de terror y persecución no más lo alcanzará.

Así que, lo importante es el amor que donan, no la técnica refinada de diálogo que tienen. A veces, el adoctrinador, está oyendo su propia historia, impresa en la vida de aquella criatura. A veces, son ustedes mismos los que está siendo adoctrinados.

Poco añade el saber que el médium ve lo vosotros no veis en el mundo espiritual, siendo más válida la afinidad y la conexión mental establecida con instructores del trabajo que permiten a los adoctrinadores a sentir o intuir en proceder a mantener un diálogo fraterno y equilibrado, trayendo la paz y la confianza en las directrices de trabajo de la Casa.