"Conocí 　a Ramatís" a finales de la década de 1950, a través de la revista El Cruzeiro, en un reportaje, el cual acreditaba ser sobre el Juicio Final. No estoy segura, pues ya hace muchos años.

La verdad es que la materia fue presentada en tres páginas: en una, la versión católica; otra, la versión protestante (evangélica); y en tercer lugar, la versión espirita. Era un mensaje psicográfiado por Hercilio Maes y dictado por Ramatís.

Los dos primeros no me despertaron nada, mas, la tercera prendió mi atención del principio al fin. Actuó en mi corazón como una llamada de despertar.

Pero, no fue solamente eso. Al leer el nombre de Ramatís, algo despertó dentro de mí; era como si le conociese a la persona (espíritu) que firmaba la página.

Aquel "nombre" a partir de aquello "encontró", nunca más salió de mi mente.

Yo vivía en aquel momento en Vila Velha, una ciudad que forma parte de la Gran Vitória-ES. Procuré, en las pocas librerías existentes, libros de aquel espíritu, pero, nadie lo conocía. Dejé la búsqueda.

Unos meses más tarde, fui sorprendida por un amigo espirita que frecuentaba lo mismo que yo un grupiño familiar".

Llegamos para la reunión y él me dijo:

- Doña Margarita, hija mía llego de Río de Janeiro y me dio este libro de regalo. Leyó y no le gustó. No estoy de acuerdo (o no acepto) con lo que ese espíritu escribió. Lea y, si le gusta, quédese con él.

Lo cogí y leí el título: "La sobrevivencia del Espíritu", obra dictada por Ramatís, psicografiada por Hercilio Maes.

Mi corazón latía con fuerza y ​​se aceleró... Allí, en mis manos, estaba "aquello" que hacía mucho estaba buscando.　

Pero, la historia no ha terminado. Él quería leer las obras ya publicadas y las librerías de aquí no las poseían.

Tiempos después, en 1961, una funcionaria de la antigua IAPI, fue a trabajar en la Agencia de Cachoeiro de Itapemirim-ES. Cuando recibí el primer sueldo, fui en busca de librerías, incluso porque la lectura siempre ha sido mi amiga predilecta. En una de ellas, encontré lo que estaba buscando. Meses después, fui trasferida para Victoria y en las librerías todavía no los vendían, hasta que, a través de una compañera de trabajo que constantemente viajaba a Río de Janeiro, conseguí otros títulos.

Como dice el nostálgico Luiz Gonzaga, en una de sus canciones: "Yo sufrí, más aquí llegué."

Hoy, vendemos en nuestro Grupo todas las obras recibidas por Hercilio Maes, querido hermano, que, en el plano espiritual, se unió a los demás trabajadores espirituales de la Casa. Ramatís, a su vez, sólo después de 10 años de funcionamiento de los Servidores GESJ = Grupo Espiritista de Jesús, fundada por mí el 23/12/1970, dio el primer mensaje.

La emoción del médium era tan fuerte que no creía que fuese el propio Ramatís y se negaron a firmar. El Maestro duplicó su resistencia y firmó tres veces:

Ramatís

　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 Ramatís

　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　Ramatís.

Usando una hoja en blanco para cada firma.

Para finalizar esta Presentación, añado la siguiente cuenta, recordando el pasado:

En el día 30/12/1970, siete días después de la fundación del Grupo Espiritista Siervos de Jesús, recibí de Hercilio Maes la respuesta de las dos cartas que él enviara. Dos porque no recibiendo la respuesta de la primera carta, no perdí la esperanza de enviarle otra. No fue culpa del hermano culpa y él se justificó por el retraso.　

No voy a transcribirla toda, porque ella ya está en nuestro libro, "Los Decaídos y su Trayectoria Terrestre - Vol. III.". Apenas voy a insistir en este libro modesto, el principio y el final de un mensaje de Ramatís para mí, en la misma carta de Hercilio Maes. El principio del mensaje es el siguiente:

Este es el final del mensaje:

Obs: ". Si hasta las piedras se encuentran, cuanto más las criaturas."

En noviembre de 2007, el día de mi aniversario, en una reunión pública, recibí del amado Maestro Ramatís la siguiente saludación a través de una médium de otro Grupo, afiliado al nuestro.

"Buscad y hallaréis", las palabras del Maestro de todos los Maestros, el Dulce y Amoroso Rabí de Galilea.

¡Y lo encontré!

Nota: Mensaje extraído del libro Mensajes del Maestro Ramatís - GESJ