Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.

Así se iniciaban las pregonaciones de Jesús.

A su regreso, discípulos y fieles escuchaban Sus palabras como la bebida del manantial más puro que había.

Todos ellos eran pobres pescadores de Galilea que oprimidos no encontraban significado para sus sufridas vidas.

Él vino y les mostró que el significado de la vida es vivir. Les renovó la esperanza de felicidad indicando haber otras existencias, múltiples vidas, que servirían para la depuración del espíritu humano deudor. Hizo de Su Vida ejemplo fiel de Su Doctrina de Amor.

Renovó entre los hombres el valor para enfrentar sus vicisitudes, ofreciéndoles la garantía de un significado mayor para todas las cosas.

Les afirmó que por encima de todo existía un Padre Amoroso y Bueno, Justo y Omnipresente que por todos velaba.

Evocaba la Presencia de la Luz y Legiones de Buenos Espíritus y por donde pasaba, a todos hablaba sobre la vida espiritual.

¡Pobre Jesús! Nada tenía suyo, a no ser la Gran Presencia de la Luz, característica de los espíritus avanzados y como Estrella irradiaba Su Energía Curativa.

Dándonos la vida, nos sirvió de ejemplo para mejor tocáramos nuestro plano de evolución.

Confiemos en Él. Sigámosle y todo lo demás será hecho y vendrá aumentado por la Misericordia del Padre.

Thiago

GESH - 26/05/2001 - Vitoria, ES - Brasil