Videncia - Vi una figura humana proyectada en el espacio, era Jesús. Su tamaño era el de un edificio de cuatro plantas. Vestía una túnica de color blanco brillante con una cuerda atada en la semejante a la utilizada por Francisco de Asís.

Luego llegó el mensaje:

　

No quedará piedra sobre piedra

Pequeñines

¡Dejaos guiar por la Luz!

Es sobre ella que debéis conducir vuestros pasos.

Erguiros y venid.

Caminar hacia la completa liberación de los apegos terrenales.

Abandonar las ilusiones materiales, porque detrás vuestro vendrá el vendaval que os arrastrará y no dejará piedra sobre piedra. Lo que hicierais en el bien, eso sí, se convertirá en una usina de fuerza para impulsaros siempre hacia adelante.

Renovaros en pensamientos, dedicaros al cincelamiento de los sentimientos y conservar siempre vivo el recuerdo de Mi Presencia entre vosotros.

Venid Conmigo en el trabajo de ayuda. Escuchar los gritos...Cuántos lloran esperándoos por vosotros.

Necesitan del alivio que vuestras palabras de amor pueden ofrecer.

Necesitan del ejemplo que vuestras manos limpias pueden proporcionar.

Necesitan de la luz de vuestros corazones para calentarse.

Demoráis vosotros demasiado en la búsqueda por atajos para llegar al Padre. Recordar: Sólo se va al Padre por Mí.

Venid hermanos. Yo os aguardo. Uno a uno van llegando y engrosando los Ejércitos de la Luz.

Llevar la palabra, pero, no olvidéis la acción, pues es ella la que os permitirá la ascensión.

Yo os bendigo con todo Amor de Mi Corazón.

Vuestro hermano

　

Jesús

　

Videncia - Al terminar el mensaje vi nuevamente la proyección del Maestro Jesús, con los brazos extendidos, como llamando por nosotros. Algunas personas caminaban hacia Él guiados por Su luz y detrás de ellas el sitio se iba cerrando con vendavales, terremotos y maremotos. Él hablaba con todos el mundo y de sus palabras salía un bálsamo que refrigeraba el caminar todos. La irradiación de la luz que emana de Si iluminaba los caminos.

Los márgenes, todo era oscuridad.

　

GESH - 14/11/2003 - Vitoria, ES - Brasil

　

Sed fuertes, hijos míos

Difícil será, que hermanándonos en un solo Corazón Amoroso y Justo como el del Excelso y amoroso Rabí, no seáis capaces de liberarse de las cadenas que os prenden el caminar.

Hace mucho os conducimos. Id y seguid Sus Pasos. Ya es hora de que definitivamente os liberéis de la materia.

Venid a nosotros en la era de una nueva Tierra. Sed valientes en el enfrentamiento de vuestras debilidades, despojaos de vuestros deseos de alcanzar las Esferas de Luz que sobre vosotros son lanzadas para vuestros alzamientos seguros y confiados.

¡Sean fuertes, hijos míos!

¡Adelante Guerreros de la luz!

Vuestro Maestro una vez más os comanda.

　

Ramatís

GESH - 14/11/2003 - Vitoria, ES - Brasil

　

Encuentro de Luz

En esa hora sublime, el Maestro Ramatís se vuelve hacia en dirección de la proyección del Maestro Jesús y dice:

Ramatís - ¡Señor! ¡Ellos mis pupilos! Aquellos que conseguí reunir alrededor del Amor a Ti. Bendícelos cariñoso Jesús, a fin de que encuentren fuerzas para la jornada final.

Jesús - Fuerte y Bravo Ramatís, aquí a vuestros hijos avanzan con el Estandarte del Amor en las manos y es ese Amor que de vosotros se derrama, lavándoles las debilidades y los delitos pasados.

Que sean firmes y sin miedo, pues no existe aquel que pueda herir a ninguno de ellos.

　

Jesús y Ramatís

GESH - 14/11/2003 - Vitoria, ES - Brasil　

Obs: Y así terminó esta inolvidable videncia.

Nota: Retirado del Mensaje Semanal 288

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