¡Hermanos y amigos, la paz sea con vosotros!
La Tierra es un santuario de laboratorio, transformador de vuestras almas.
Defendedla y amarla, pues la Tierra como célula viva del Cosmos reacciona a los ataques y se lanza en combate en la defensa de su supervivencia.
La Tierra no reconoce fronteras ni razas, sólo las vibraciones de amor y de odio. Descarga, de vuelta a su origen, toda la carga perniciosa en su suelo se vierte por los infieles y los indignos hijos.
No es venganza, simplemente defiende la propia vida misma que es el mayor Bien ofertado por el Creador a todos sus hijos.
Fuisteis mineral, vegetal y animal y el instinto de los reinos inferiores os impulsionó al progreso evolutivo, necesario a las mónadas (almas). Pero, como humanos olvidasteis el Amor del Creador y os tornasteis en criaturas hediondas, destructoras.
La Tierra se defiende y expulsa a los hijos ingratos, seccionando los hilos que os identifican como "hijos de la Tierra." Rompidos los lazos de identificación sideral, el alma se torna apátrida, hasta que el nuevo Orbe humilde, hacedor de los Designios de Dios, la albergue en su seno, con la esperanza de que allí, en el calor de un nuevo hogar, despierte la "luz oculta" en corazón ennegrecido.
Rómpese, así, los enlaces de la Tierra con los exiliados para que sus almas ennegrecidas no dañen aún más la Madre enferma y agotada.
El Planeta, en su defensa por la propia supervivencia, involuntariamente y dentro de la Ley de Acción y Reacción, inflige los mismos dolores a sus hijos rebeldes.
No es venganza. Es corrección de errores. Es la Ley del Progreso que abrumadoramente arrastra el Planeta a la nueva condición.
Jesús, todo Amor, a todos conduce.
¡Paz en vuestros corazones!
Arcángel Gabriel
Clarividencia: Vi a nuestro Sistema Solar y el movimiento de los Astros que lo componen emitiendo sonido, una musicalidad que es interrumpida, de vez en cuando, por un ruido discordante de la armonía que a todo envuelve. Es el Planeta Intruso que ya se encuentra en nuestro Sistema Solar, entre los Astros y sus emanaciones lanzadas en varias direcciones.
Parece golpear con mayor intensidad los planetas de graduación evolutiva más primaria, como la Tierra. Los planetas de graduación superior al nuestro parecen intocables. De ellos, parten vibraciones de paz y armonía en dirección al Astro Intruso y a los planetas que son por él influenciados.
El Arcángel Gabriel se sitúa entre los Astros, muy serio.
Una vez más, escucho sus palabras:
¡Hermanos!
Nada más interrumpirá el ciclo de dolores provocado por esta humanidad, previsto desde hace milenios por los Mentores Siderales.
El deseo del Excelso Jesús desaceleró los acontecimientos, dando mayor tiempo y oportunidades para los rebeldes y recalcitrantes desistieran de las Tinieblas por la Luz. Mas, cesado este tiempo, el aceleramiento de los hechos y acontecimientos deflagrados no se interrumpirán.
Debe, cada criatura, buscar servir y amar, enganchándose en las filas de Cristo, no como voluntario sin compromiso y desatento, sino como candidato sincero a la regeneración, realizando con seriedad y responsabilidad las tareas que le competen.
No basta ser candidato para los Ejércitos de Cristo y mantenerse en la misma postura rebelde. Hay que ser activo y, al mismo tiempo, trabajar y renovarse para proporcionar la ascensión espiritual y elevación moral.
¡Paz en vuestros corazones!
Arcángel Gabriel
GESH - 02/01/2009 - Vitoria, ES - Brasil
Nota: Mensaje extraído del libro: Simientes al viento