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Se termina el tiempo permitido por el Padre Eterno

11/04/2017

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¡Queridos Hermanos!

Yo vine para los desviados de las leyes, y a estos procuro despertar con la luz de Mi Amor.

Si los beneficiados con las riquezas piensan recibirMe en sus palacetes, que sepan: su tarea es venir hasta Mí, para el trabajo de auxilio fraterno a los que lloran.

Sus riquezas nada tienen que Me inviten a su Presencia Amiga; es en las celdas inmundas y torpes que se hace necesario implantar la fuerza del sentimiento puro, del amor verdadero de Hermanos que somos.

Allí residen los enfermos del alma, necesitados de nosotros, y a ellos debemos concederles la gracia de nuestra Presencia Amiga, tocando sus corazones con la Luz de la Esperanza, de la Verdad y de la Justicia del Padre.

Que las incursiones que ahora realizáis, (al Abismo) lleven a todos ellos a Mi Presencia y el Amor que derramo sobre ellos, sobre vosotros y sobre toda la humanidad.

Que conozcan la verdad más allá de la materia, alcanzando sus espíritus atormentados y enfermos, la realidad espiritual que los llama a la redención de sus pecados, la limpieza urgente de sus delitos a través de la resignación y del arrepentimiento sincero.

Ninguna "red de seres delincuentes, desviados y rebeldes" se llevará a uno solo de Mis pequeños que quiera, sinceramente, acomodarse en Mis Brazos y liberarse del yugo feroz de la "Bestia", que ya ha alcanza la superficie de la Tierra, con sus rugidos salvajes, incitando a hermanos contra hermanos.

Venid a Mí, pequeños, y Yo acogeré a todos con el amor profundo, presente en Mi Espíritu.

Se termina el tiempo permitido por el Padre para que el arrepentimiento toque vuestras almas perturbadas.

Escoged cuanto antes el camino que deseáis seguir y colocaros deprisa en el camino del bien. Valerosos Trabajadores, Asistentes de Cristo os aguardan.

Dócilmente, entregaos a ellos que os socorrerán, amparando y encaminando según los designios del Padre Eterno.

Que se abra definitivamente, ante los ojos de los encarnados, el velo de la ilusión de la materia, y empiecen a ver su condición de espíritus inmortales, actuando de acuerdo con su naturaleza de seres humanos en ascensión espiritual.

Nosotros os saludamos en el nombre del Cristo Planetario y os deseamos la Paz del Señor de los Mundos.

Jesús Sananda

GESH - 17/02/2006 - Vitória, ES - Brasil

Nota: Extraído del Mensaje Semanal 1545




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