¡Salve Jesús!

Hermanos, ejercer el mandato mediúmnico es tarea de altísima responsabilidad y también serio y grave compromiso con los Seres Superiores que abalan nuestra tarea.

Mediumnidad es fuerza impulsora de progreso espiritual, cuando es bien cumplida, y portal de caída en el abismo insondable para el alma, cuando es utilizada para el mal.

Cuando es negligenciada, se transforma en trastornos psíquicos y mentales de difícil cura por la medicina terrena, pues las dolencias del espíritu, solamente las Leyes Sublimes y Sabias de Dios consiguen equilibrar.

Al sufrimiento moral inherente de la práctica mediúmnica, es también el sufrimiento espiritual que solo el médium vivencia en las luchas interiores del alma, cuando recibe influencias directas de las Fuerzas del Bien y de las Fuerzas de las Tinieblas. Son batallas constantes. Una vez vencidas esas batallas, el médium se graduará, colocándose en una condición mejor en la cadena evolutiva de los seres.

El mandato mediúmnico es sublime oportunidad de Dios a los endeudados contumaces de las Leyes Soberanas de la Vida.

Trabajar con amor y dedicación, renuncia y sacrificio por amor a la verdad y a Jesús, el mediador hace que sea digno de la más alta consideración de los Seres de Luz que nos guían.

No desanimar. Servir.

"Espiritistas, instruiros y amaros" como nos orienta el insigne compilador de la Doctrina Consoladora, el hermano Kardec.

Que la paz de Nuestro Señor Jesús Cristo nos envuelva y nos sustente, hoy y siempre.

Vuestro amigo de siempre.

Chico Xavier　

GESH - 18/02/2017 - Vitoria, ES - Brasil