Mucho tiempo se pasó en la Tierra, más aún en el plano espiritual, desde que avistamos a la hermosa y perfumada Señora que habló a nuestra alma.
La pureza infantil que representáramos debería ser suficiente para que los padres acreditasen y cumplieran las orientaciones de la Sublime Señora Madre de Jesús, pues fue Ella el Ser iluminado que, con delicadeza y suavidad, nos relató cosas que no comprendíamos, pero que grabamos en nuestras memorias con tal claridad, que dimos cada palabra a los eclesiásticos.
Sin embargo, hermanos, todo fue en vano. Las palabras fueron distorsionadas y nuestras historias fueron encarceladas en las paredes frías de los conventos.
La humanidad de hoy vive los momentos de horror profetizados por aquella visión, pero las personas no fueron debidamente esclarecidas. ¡Sus mentes limitadas y atrapadas en la dimensión material todavía ven los dolores como castigo por los pecados de los antepasados o como la Voluntad de un Dios vengador!
¡Cuánta ignorancia!
¡Cuánta irresponsabilidad de los conductores de la "Santa Madre Iglesia", que mantiene a las masas bajo dominio y control por medio de sus dogmas atrasados e inocuos!
¡Perfección, sólo hay la de Dios! La rebeldía pertenece a las criaturas atrasadas que se dejaron influenciar por los seres de la ignorancia, rechazando la conducción de los Seres de Luz.
Sólo éramos pastorcillos inocentes y fuimos agraciados con la Divina Presencia, presente de Dios para esclarecer a los hombres; sin embargo, ellos dieron la espalda a la Luz y extendieron la oscuridad.
Jesús es nuestro Pastor y nada nos faltará.
Jacinta
Pastora de Fátima
GESH - 13/05/2017 - Vitória, ES - Brasil