¡Hermanas!

¡Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo sea entre nosotros!

Trabajar por la diseminación de la verdad y de las realidades invisibles es tarea para los valientes.

No debemos juzgar a nuestros hermanos de humanidad por el descrédito que lanzan sobre nosotros.

Nosotros no debemos acobardarnos ante la incredulidad ajena, cuando, en forma de palabras, colocamos el pensamiento de nuestros Hermanos Mayores y describimos las tristes realidades que los ojos del espíritu se enfrentan cuando de la muerte física, o cuando del apagón del espíritu durante el sueño físico porque nuestro deber mayor es con Dios, con Jesús y con nuestra propia conciencia.

Somos de aquellos que hemos venido fallando por diversas existencias, por la falta de coraje de aplicar en nosotros mismos las Lecciones de Nuestro Señor Jesucristo. Pero cuando nos encontramos con nuestra inferioridad y reconocemos el mal en nosotros, deseamos merecer el Amor de Jesús y de tantos Seres Sublimes que se dedican a nosotros. En ese momento, debemos expulsar el miedo, la duda y, sin temer, marchar como simples y humildes colaboradores de la grandiosa Obra de Dios.

Si fallamos, existirán otros. Sin embargo, hermanos amados, debemos siempre hacer y donar lo mejor de nosotros, para llegar a la infinita estela del progreso.

¡Jesús está con nosotros!

Él, toda bondad y Luz, nos sostiene en las tareas humildes que realizamos en Su Nombre.

¡Salve, Jesús!

¡Salve, el Grupo Espírita Siervos de Jesús!

¡Salve, hermanas!

 

Chico Xavier

GESH – 16/09/2017 – Vigília Jacaraipe – Serra, ES – Brasil