¡Hermanos brasileños!

¡El Crucero os protege!

De las regiones sublimes, se irradia la Luz Divina, manteniendo inalterada la destinación de este país como granero del mundo, patria del evangelio.

La podredumbre que se derrama de los conductos ennegrecidos - representada por todas las manifestaciones posibles de la maldad humana - es la limpieza necesaria a la Tierra, en función de la aceleración de la Transición Planetaria. El Astro Intruso se encuentra en posición de influenciar intensamente lo íntimo de las almas de los seres, obligando a cada criatura a desvestirse de sus máscaras.

Los Cimientos de Luz sustentarán al pueblo preparado para recibir a la multitud de hermanos de humanidad que encontrarán refugio y seguridad al pasar por los Portales de Brasil. Cada ser se encontrará en lugar adecuado, de acuerdo con su merecimiento.

No juzguéis que la salvación será mantenerlos vivos en cuerpo físico. La salvación del alma se dará por su transformación a través de la práctica del Evangelio de Cristo.

El odio, la maldad y la violencia campean entre vosotros, abreviando muchas vidas; sin embargo, cada uno recibirá de la vida lo que ofreció de sí en pro de la vida.

Los Potentados del Cristo, Seres Iluminados que viven por el amor, se aproximarán a vosotros, hermanos de la Tierra, concitándoos a la práctica del Bien, a la renovación del amor al prójimo y al fortalecimiento de la fe, pues las tormentas se multiplican y todos sentirán las turbulencias de las corrientes nefastas que recorren el planeta.

Brasileños, tomad para vosotros las riendas de vuestro destino, evitando la sintonía con los que se rebelan ante las injusticias.

Elevad vuestro pensamiento por encima del mar revuelto y, en oraciones suplicadas al Creador, manteneos equilibrados, valerosos, actuando de acuerdo con las Leyes de Dios, garantizando que a vuestro alrededor la paz reverbere de vuestros corazones.

No aguardéis de la justicia humana la paz y el equilibrio para la sociedad. Guiaos por la fe en Cristo, que conduce a todos.

Armaos de la espada de la esperanza, del escudo de la fe y seguí valerosos, atrevidos, perdonando y amando como Jesús nos enseñó.

Cada criatura recibirá lo que donó de sí.

Jesús os bendiga.

¡Brasil es de los brasileños!

¡Salve, Jesús!

Ismael

Ángel Guía de Brasil

GESH - 15/09/2017 - Vitória, ES – Brasil