¡Hermanas, salve la Luz del Maestro Jesús!
Los hombres terrenos se encuentran influenciados por su pasado, pues éste representa lo que fueron en vidas anteriores, construyendo quienes serán en la vida presente. Relegar el pasado al olvido no lo apaga, pues en los reflejos de la mente él todavía está influenciando, con todas las gamas de detalles y emociones tan propias de vuestras historias.
Comparamos el pasado con las tramas de un tapete tejido por un tejedor hábil. Allí se encuentran varios matices de colores: las más oscuras representan los valles sombríos por donde los seres se arrastran por lejanas eras; los hilos que se entrelazan representan los encuentros y los desencuentros de amores y odios, en medio de nosotros y lazos. Sin embargo, no todo en el pasado está formado por dolores y sufrimientos, pues el Padre Magnánimo siempre ofrecerá refrigerios para que el alma no se abata, concediendo la convivencia pacífica - cuando se haga justicia - con buenos amigos, familias amorosas y cónyuges dedicados, que consolarán, enjugarán las lágrimas y darán nuevo ánimo para la continua caminata de la evolución.
Por lo tanto, hermanos, todo lo que viene de Dios es amor y donación, a través de las reencarnaciones, para que el ser se recupere de sus faltas en medio de los karmas, dando la fuerza necesaria para que no se desvanezcan o caigan cansados de los repetidos golpes.
Sin embargo, ¿cómo identificar el pasado en vosotros? Él se presenta en el fuerte deseo de modificar una personalidad ya reconocida como nociva a vosotros y al prójimo, en el anhelo de apaciguar conciencias culpables, emociones descontroladas, rehacer convivencias conflictivas, modificar sentimientos antagónicos y de asco y desprecio por otro, sin causa definida. Identificando la causa, no será relegando al olvido aquello que os incomoda o perjudica, que haréis la transformación tan anhelada de lo que queréis ser, deshaciendo los nudos que todavía os unen al pretérito culposo.
El pasado sólo estará lejos de vosotros cuando ya no tengáis que recorrer las ruedas kármicas y poseer la grandeza para agradecer lo que habéis sido y por todo lo que habéis pasado, pues serán vuestras historias las que os alzarán a los parajes de Luz.
Paz en vuestras vidas.
Rochester
Instructor de la Ciudad Espiritual Siervos de Jesús
GESH - 03/01/2018 - Vitória, ES – Brasil