¡Que la paz y la bondad envuelvan a todos los presentes!
Durante siglos, alquimistas y magos experimentados buscaron la fórmula poderosa que sería capaz de transformar cualquier metal en oro. Muchos descubrimientos hicieron y aunque la sustancia deseada no fue alcanzada, se procesaron enormes volúmenes de información que resultaron en la formulación de nuevas áreas del conocimiento humano.
Desde el punto de vista moral, los hechos suceden precisamente en semejanza de las experiencias alquímicas.
Cada criatura lanzada en la vida de las experiencias reencarnatorias, se somete a vivencias transformadoras en la presencia de este o aquel compañero de jornada, así como la plata y el bronce se someten a esta o aquella substancia química. Pero, la transformación no se da en rencores, celos y rebeldías enclaustrados en el pasado, se revigorizan en la presencia de unos y otros.
Nadie puede atribuir sus malas tendencias o flaquezas a la influencia de terceros, porque ningún ser sobre la faz de la Tierra puede transformar a otro y convertirle en malo, como ninguna substancia puede transformar la plata en oro.
El bien y el mal habitan en cada ser y la convivencia con determinada categoría de seres hace aflorar sus mejores o peores tendencias.
En la química, solamente la fuerza de la energía nuclear, poderosa y extraordinaria, puede convertir núcleos atómicos, alternando la naturaleza de los elementos de la materia.
En la moral, solamente la fuerza poderosa e inigualable del amor, puede convertir corazones endurecidos en benditas criaturas de luz.
Por lo tanto, hermanos, cuando os asalte el error, llevándoos a los deslices naturales de espíritus aún imperfectos, aprovechad la oportunidad y verificad los aspectos que debéis modificar, pues las fallas están en vosotros, la convivencia con los otros apenas los revelan.
Y partiendo hacia la elevada misión de perdonarse a uno mismo y al prójimo, estaréis desarrollando la fuerza transformadora del amor, que tarde o temprano, realizará en vosotros la alquimia mayor de la transformación de vuestras almas.
Desde lo alto, Jesús os guía en esa difícil tarea, y nosotros, vuestros compañeros de jornada y Guías Espirituales, os amparamos, seguros de que alcanzaréis la victoria, pues así lo determinan los designios del Creador.
Aaron
GESH - 26/04/2008 - Vigilia Abrigo Siervos de Jesús - Vila Velha, ES - Brasil
Obs: Durante todo el mensaje sentí que quien decía era el espíritu del hermano Francisco, pero al firmar, el espíritu comunicante se identificó como Aaron. Concluyo, por lo tanto, que son la misma persona.
Nota: Mensaje recogido del libro: "De las tinieblas a la luz: Ciudades Infernales"