Hermanos

¡Paz y fraternidad entre los hombres!

Ni la manifestación de diferentes religiones esparcidas alrededor del Mundo, ha sido capaz de auxiliaros en la ascensión angélica que deberíais realizar.

Tomados por rituales fenomenológicos, los Cultos Religiosos se diseminaron entre los diferentes países invitando a los seres humanos a la observación de principios y valores inmateriales. Mientras, hipnotizados por el apego a la materia, fuisteis desviándoos de la ruta trazada originalmente, entregándoos bien al fanatismo alienado, bien a la mercantilización de la fe, transformando los caminos de progreso, trazados en afinidad a vuestra condición psíquica, en atolladeros fangosos, aprisionadores de las almas que en ellos se aventuran. 

A pesar de las innumerables lecciones dictadas por varios espíritus, enviados por añadido de misericordia, el Maestro Jesús representa el hilo de conexión entre el tiempo anterior y el posterior a su paso por la Tierra. Su Evangelio es la piedra fundamental de una construcción, que debería iniciarse en el interior de cada criatura. 

Muchos predican ampliamente la necesidad de valorar la libertad religiosa, y nosotros corroboramos con tales ideas. Lo que no se puede abandonar por ningún motivo son los preceptos sublimes, enseñados por el Maestro de los Maestros, de seguir las orientaciones magnas, amando a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. En estos dos mandamientos reside toda la sabiduría y toda la Ley de Dios.

Compasión y misericordia recaigan sobre vuestra humanidad en estos momentos, porque teniéndolo todo, nada les basta, y recibiendo el gran conocimiento producido en el universo, en nada creen.

Nuestras palabras se dirigen ahora a aquellos que demuestran aceptar las lecciones recibidas. Sed firmes, sed fuertes en vuestra fe, pues las turbulencias del Mundo en esa hora, a muchos os pondrán a prueba.

Solamente aquellos robustecidos en el trabajo con Jesús, se mantendrán incólumes en medio de las tempestades que se aproximan. 

Movilizados en torno a la Tierra, innumerables espíritus amigos se compadecen enviando sus luces de amor sobre vosotros. Aquellos, cuyos tutelados caminan por la superficie, demuestran enorme empeño en dedicaros infinitas oportunidades visando su corrección y regreso al camino de la luz. 

Sed bravos guerreros enfrentándoos con vuestro enemigo más poderoso, aquel que habita en vuestro interior desde hace milenios, acomodado a los viejos y arraigados hábitos nocivos, cuyas toxinas contaminan vuestras almas. 

Dedicaos a la limpieza inmediata de la morada carnal (cuerpo físico) donde habita vuestra alma tornando sano el cuerpo, que aún es vuestro engranaje para accionar en el mundo y de esa forma, ayudaréis también en el funcionamiento y esclarecimiento de la mente. 

En fin, hermanos amados, dedicaos cuanto pudiereis en la transformación de lo viejo en nuevo, pues la vieja Tierra muere, y con ella todo lo viejo perecerá, o será transferido de lugar. 

Renovad vuestro interior, conquistando por el esfuerzo personal la garantía de habitar la nueva Tierra, donde ya no se os permitirá ser negligentes con las Leyes Soberanas que rigen todos los Universos.

Desde lo Alto os acompañamos cuanto nos es permitido.

Que la Luz del Altísimo os guíe.

Paz entre nosotros. 

 

Lao Tse

GESH – 21/10/2011 – Vitória, ES – Brasil

 

Nota: Mensaje extraído de la Divulgación 64

VOLVER A LOS MENSAJES Y DIVULGACIONES