¡Salve, Jesús!
Hermanos, hermoso trabajo de caridad y de amor al prójimo estaréis realizando en el almuerzo fraterno a los hermanos carentes que se hallan alejados de la convivencia social y familiar.
Huestes de Luz acompañan con alegría los trabajos realizados.
Antes, era la mano del verdugo, que empuñaba el látigo en el castigo cruel; hoy, es la mano que extiende el alimento que, ciertamente, no sostendrá la materia por largo tiempo, pero, en el alimento ofrecido, estaréis alimentando el alma de aquellos hermanos. Nosotros estaremos energizando, fluidificando el alimento y ayudando, de la mejor forma posible, a los habitantes de la calle.
Cuando entreguen el alimento, cuando miren al hermano, hagáis una oración mental, pues allí, con certeza, estarán encontrando un padre, un hermano, un desafecto, un amor del pasado que vive la cara más cruel de su karma, el período más crítico de su vida.
No es por casualidad que estáis reunidos en este Grupo para ese trabajo. Allí tendréis la mano del perdón con una palabra amiga. Id con fe y corazón abierto, pues encontraréis hermanos desnudos de todo orgullo, de toda empatía, de toda vanidad. Ellos se presentarán sin ningún ropaje social, mostrando que realmente el pasado está siendo cobrado en el presente.
Estamos con vosotros en este trabajo de amor, asistencia y socorro a los más necesitados.
¡Que la Luz del Maestro Jesús esté entre nosotros!
Hermano Joaquín
GESH 18/05/2018 – Vitória, ES – Brasil
(Este mensaje fue transmitido días antes de una distribución de alimentos a moradores de calle hecha por miembros del GESJ y por simpatizantes de causas sociales)