Muchos de vosotros habéis estado con nosotros y habéis sido entrenados para la tarea que ahora desempeñáis junto a los desamparados (se refiere al Refugio Siervos de Jesús). Vuestra tarea será ardua hasta el final, no dudéis; sin embargo ya poseéis en vuestros corazones la chispa de luz capaz de proveer la fuerza necesaria para llevarla a buen término.
Lo que más precisos para el momento no es de nuestra ayuda, sino de luchar contra vuestras imperfecciones que representan las chispas capaces de provocar el incendio que fue premeditado.
La ayuda caritativa que podéis ofrecer en este caso, a los más desvalidos de la suerte, es lo que tenéis de menos relevante a realizar, puesto que, de una forma o de otra, ellos serían socorridos por misericordia de la Acción Divina.
Sois vosotros los verdaderos desvalidos que a pesar de tener todo, todavía encuentran inconvenientes en el trabajo que son invitados a realizar.
Vencer la propia insubordinación a los designios del PADRE, vencer el propio dolor, la desesperación, el desencanto... es lo que os corresponde y tenéis como recurso el servicio de caridad.
Aprended a servir y percibiréis que ya no habrá necesidades a suplir en vosotros. Íntimamente experimentaréis la Paz y estaréis libres para seguir al Maestro Ramatis.
Hercílio Maes
GESJ - 21/07/1997 - Vitória, ES - Brasil
Nota del canal - Después del mensaje, le pedí para verlo y él me permitió que me volviera, pero sólo pude ver una túnica blanca. Forcé un poco, pero sin éxito. Sentí que él sonreía y me miraba como un padre mira a una niña que desea hacer algo más allá de sus fuerzas.
Sentí de nuevo vergüenza y su mano se posó sobre mi cabeza. Después de eso, él subió flotando y entró en una nave que paraba suspendida en el aire. No lo vi más. Tuve la impresión de que él sostenía algo en la mano derecha que me recordó una vela o un lámpara, cualquier cosa relacionada con la luz.
Nota: Mensaje extraído de la Divulgación 25