¡Jesús esté entre nosotros!
Salimos para divulgar la Buena Nueva sin la presencia de Jesús y los obstáculos que encontramos en los corazones empedernidos trajeron, a nosotros, sufrimientos y desilusiones.
El fortalecimiento de la fe sólo ocurrió a medida que avanzábamos en el trabajo redentor. Los enfermos se multiplicaban y nuestras fuerzas disminuían. Al final de cada día, nos reuníamos para el estudio de las palabras pronunciadas por el Divino Salvador y sentíamos Su Presencia Amorosa a conducirnos, a sostenernos. Y muchas veces, a través de alguno de los compañeros, recibíamos la palabra lúcida de Su Verbo.
Y Él nos decía: "¡Amaos, hijos, amad! ¡Resignaos ante la prueba y el sufrimiento! ¡El espíritu eterno anhela por liberarse! ¡Sacrificaos por el prójimo!
Y así, seguíamos, día a día, en los quehaceres, que agotaban nuestras fuerzas, y en los embates, que entristecían nuestra alma. Sin embargo, nuestra fe se tornó robusta, y más veces que el látigo de las injusticias nos herían, que el cinismo y la ironía nos achicaran, más caminábamos confiando en Su promesa de alcanzar un Mundo Mejor.
Jesús es la Luz del Mundo, anunciando que los sufrimientos que se abaten sobre nosotros son el preanuncio de una Alborada de Luz. Es preciso caminar sin desfallecimientos, con renuncia y sacrificios, esparciendo Sus Semillas de Luz, Sus palabras y lecciones liberadoras.
Todavía hoy, delante del caos, de las tormentas y de las tempestades que se abaten sobre vosotros, la Buena Nueva es el itinerario sublime, el puerto seguro para el anclaje de las almas, para que éstas alcancen los beneficios después de la tempestad.
Somos Seguidores de Cristo y estamos con vosotros, auxiliándoos en esa hora que, a pasos vacilantes, enfrentáis el camino tortuoso, tumultuoso y lamentable del Apocalipsis.
Jesús es con nosotros.
¡Rindamos gracias y alabanzas a Su Presencia!
Yo soy Lucas, vuestro hermano.
¡Salve, Jesús!
Lucas
GESH - 08/02/2019 - Vitória, ES - Brasil