¡Salve, Jesús! ¡Salve, la fuerza! ¡Salve, la luz!
¡Salve, el Amor de María!
Soy una humilde sierva que trabaja bajo la luz amable, amiga y compañera de la Madre de esta humanidad que vela por sus hijos sufridores y su corazón amoroso le pide al Padre que envíe mensajeros para aliviar los dolores de los hombres encarnados.
Queríamos, todos nosotros, mensajeros del Padre, que las predicciones de los suicidios no se concretizasen. Es muy triste y dolorosa la imagen de esos hermanos debatiéndose en el mundo astral debido a la pérdida abrupta de la vida en la materia, que continúa en el plano invisible con toda carga de energía, con toda su vitalidad.
El aumento de los suicidios entre los jóvenes y los niños se debe a la gran cantidad de seres provenientes del Valle de los Suicidas que están reencarnando compulsoriamente, como un recurso para aliviar sus mentes atormentadas y altamente fragilizadas. Es una oportunidad para que no retornen a aquel lugar, una oportunidad para que puedan conquistar una futura encarnación más feliz, más victoriosa y menos comprometida con la contabilidad divina.
Sin embargo, es grande el número de aquellos que no están consiguiendo impedir el asedio de las sombras a sus mentes todavía débiles.
Las Casas Espíritas, infelizmente, no consiguen, de una manera acelerada, producir y distribuir los mensajes de alerta hacia el plano físico. Son pocas las Casas que abren sus puertas a los suicidas. Si hubiese más trabajos de desobsesión recibiendo esos hermanos, aliviaría mucho la presión sufrida por los encarnados, principalmente los reincidentes en la práctica del suicidio.
Pedimos a todos los dirigentes de las Casas Espiritistas: abran sus puertas, recuérdense el pedido de caridad del Maestro Jesús. Y el espiritismo, siendo el Consolador prometido por Él, es el más apropiado para realizar este trabajo de ayuda y socorro.
Vemos a jóvenes encarnados, compulsoriamente, en familias que podrían ayudarlos; sin embargo, en el uso de su libre albedrío, acaban por desviarlos del camino que podría llevarlos a la luz de la razón. Se comprometen fuertemente con el materialismo, con la vida profesional que solo lleva a la realización material. No frecuentan cultos religiosos. La falta de ese amparo, de una base religiosa, lleva a muchos de esos jóvenes a reincidir en la práctica criminal del suicidio.
Pero seguiremos adelante, no abandonaremos nuestro puesto de trabajo, contando con la ayuda de las casas que se disponen a esa tarea. No relajéis vuestra vigilancia en el socorro, en el amparo y en el esclarecimiento a los hermanos de humanidad, sobre las consecuencias del suicidio.
Cuando conseguimos contener a un u otro hermano con consejos o mensajes que llegan a través de manos amigas, evitando que se suiciden, al retornar al mundo espiritual por el desenlace natural es, para nosotros, un motivo de alegría, recibiendo un ser que se remidió de su vida de errores. Él es encaminado rápidamente para tratamiento y estudios en el mundo astral, para que se ajuste lo más rápido posible a las buenas prácticas del Evangelio de Jesús.
Miren, hermanas, ¿cómo el camino se volvió peligroso después de que la humanidad abandonara las enseñanzas de Cristo? La historia sería muy diferente si hubiesen aceptado el Evangelio redentor y, posteriormente, el Consolador prometido.
Muchas familias no estarían llorando la pérdida de sus hijos; muchas esposas e hijos no estarían perdiendo sus maridos y padres, y muchos niños no estarían sin madres. Programaciones no serían interrumpidas y el mensaje divino "crecer y multiplicarse" estaría aconteciendo de manera consciente.
Solicitamos a quienes todavía nos escuchan y que todavía profesan los mensajes de Cristo: miren con cariño a los niños, porque ninguno de ellos lleva una marca que indique que son "ex suicidas", pero los signos se muestran en los comportamientos esquivos, melancólicos, a veces rebeldes y contestadores. Mirar los padres que se alejan de convivir sano y familiar, mirar a las esposas que abandonan la tarea evangelizadora de la familia.
Cuando comienzan a prestar más atención a su dolor y no a su ambiente, es una señal peligrosa para las puertas del suicidio. Es en ese momento que los seres de las sombras, los psicólogos experimentados en la obsesión ven la oportunidad de socavar la voluntad y la mente de este ser, alejándolo de una vida saludable, abriendo una brecha para realizar sus tristes y nefastos intentos.
Prestemos atención a todos, porque no sabemos y nunca podemos esperar que una encarnación termine en suicidio, pero es lo que viene aconteciendo en gran escala en la humanidad.
¡Que la Luz del Maestro Jesús ilumine las mentes de aquellos que están dispuestos a trabajar en su siembra!
Sierva de María
GESH - 13/04/2019 - Vigilia Refugio Siervos de Jesús (ASJ) - Vila Velha, ES - Brasil