De la misma Fuente Generadora de la Vida, retiramos las Energías que nos sustentan.
El Creador emana de Sí Energía-Luz, que sustenta la vida en todas las formas.
Fuente Inagotable de Amor, une todos los seres como hermanos, teniendo todos unos orígenes únicos: el Creador Increado.
Todas las Centellas de luz generadas por el Creador Increado, recorren las mismas fases de evolución. Despertando el raciocinio, se convierte en Centella Humana; y luego es activado el libre albedrío, asumiendo en sí la responsabilidad por su propia evolución.
Muchos hermanos escogen estacionarse en estadios primarios, instintivos e inferiores, en planos densos, por no conseguir dominar, y purificar, los instintos animalizados, lanzándose por milenios en el atraso espiritual.
La rebeldía de la criatura impone a sí misma habitar zonas de expurgación, y sufrimiento, prolongándose en sí el mal transitorio, permaneciendo unida a los planetas atrasados.
Pero los universos son dinámicos, y evolucionan automáticamente, dirigidos por las Leyes Creadoras; y la criatura estacionaria de la rebeldía, no alcanzando el nivel de vibración compatible a lo alcanzado por el planeta que habita, no podrá ser violada en su elección, y no pudiendo evolucionar instantáneamente, sin el desearlo. Permanece vibrando en dimensión inferior, y permanecerá habitando el planeta inferior.
El exilio planetario ocurre en el automatismo de la Ley de Atracción de Semejantes y, aunque los seres estacionados en el mal, deseando dominar un planeta y su humanidad, aunque hayan dominado a la mayoría de la humanidad, cuando el planeta alcanza la dimensión superior por el mérito evolutivo, los dominadores y los dominados de la oscuridad son expulsados vibratoriamente, y en contra de su voluntad, que nada representa ante las Leyes Universales.
Son lanzados, unidos o no, a planetas de un nivel compatible con su vibración.
La humanidad, arrastrada a los desvíos morales y espirituales, sufre una selección natural en el proceso de evolución, y las "Centellas" estacionadas en rebeldía, se desprenden vibratoriamente de las "Centellas" liberadas de los instintos, y cada una sigue el curso que construyó, con el resultado de sus acciones.
Nacer, morir, y renacer todavía más de una vez, es imperiosa necesidad del espíritu en tránsito ascensional.
Finalizase el ciclo reencarnatorio en este planeta para los rebeldes, pues la Tierra selecciona sus nuevos habitantes, entre aquellos que la respetan y aman. El proceso del exilio planetario se encuentra acelerado, pues las fronteras de la Nueva Era se aproximan. El imperioso sacrificio y la renuncia al mal, por parte de aquellos que desean seguirlo con nuevas prendas.
Abandonar los instintos; liberarse de los apegos; ama sin límites ni prejuicios, y siempre perdona, porque ha llegado el momento de que vuestra elección final permanecer en el dolor, o de sumergirse en el Amor de Dios, evolucionando siempre, y cada vez más.
No temáis por sí mismo, ni por el prójimo, puesto que la Justicia Divina es infalible, y todos llegarán al destino que escogieron.
Jesús, Sublime Gobernador de la Tierra, nos bendice.
Médium - ¡El Señor está tan diferente!
Allan Kardec: Un mismo espíritu posee muchas características, absorbidas por las múltiples reencarnaciones, en las experiencias que se moldeó para evolucionar, forjando en los dos planos sus prendas nupciales, tornándolas limpias para alcanzar dimensiones sublimes.
No os aferréis a la letra que mata, sino al espíritu que vivifica.
Dejemos los Tratados Filosóficos a los expertos en el asunto, trajimos apenas el esclarecimiento que la materia es transitoria e ilusoria, y el espíritu es eterno.
Salve Jesús, Sublime y Dulce Luz que nos ama y nos sustenta hoy y siempre.
- En este momento, él se presenta al médium con la apariencia que conocemos.
A los Dirigentes de las Casas Espiritas:
Manténganse fieles al Evangelio de Jesús, y recordaos de que los médiums son humanos, y con mucho débito. Evitar juzgarlos tan severamente.
Su tarea mediática es un incremento de la misericordia de Dios, pero cada uno es responsable por el bien, o mal uso de sus facultades.
Cada Casa Espirita posee Normas Disciplinarias, que deben ser exigidas a todos los trabajadores y, en los días actuales, más vale un ambiente disciplinado, y lleno de fe, de que una extensa audiencia, y Trabajadores con las mentes desconcentradas de los espíritus sufridores, vislumbrando apenas el brillo de la fama y de los aplausos.
El trabajo con Jesús no requiere fausto. Es en la humildad que encontramos al Maestro.
Trabajo, trabajo, trabajo, porque, en este proceso de selección hay un número interminable de hermanos en sufrimientos en los planos invisibles, carentes de ayuda en las Casas Espiritas que los asientan con esclarecimientos, muchas veces libertadores.
Espiritistas, instruiros, pero también, amaos como el Cristo nos ama.
Kardec
GESH – 30/08/2008 – Vigília Refugio Siervos de Jesús - Vila Velha/ES – Brasil
Nota: Mensaje extraído del libro: Mensajes de Allan Kardec y Helena Blavatsky, GESJ