¡Que la misericordia de Dios sea entre nosotros!

La violencia de los finales de los tiempos se extiende aceleradamente entre la humanidad, creando un ambiente favorable para los ignorantes de la Luz implementen sus planes de combate al trabajo en favor de la humanidad.

La luz radiante de Maestro Jesús, que previamente se extendió por todos los cuadrantes del planeta, especialmente en el mes de Navidad, ya no consigue más, con la misma fuerza y ​​pujanza, envolver los corazones terrenos, porque los hombres, en lugar de levantar sus pensamientos y los sentimientos a niveles superiores, se igualan, rebajando sus energías y se sintonizan con los seres de las sombras. Y la Navidad pierde su encanto, como una fecha de fraternidad, de amor y comunión, como acontecía en tiempos pasados.

Ese es el mayor signo del recrudecimiento de la violencia y la indiferencia. Y los sentimientos, antes fraternos, entre la población terrenal, se modificaron, y el ser humano dejó fluir de sí el egoísmo, la envidia, la vanidad y el odio. No debemos culpar al planeta Hercólubus (= planeta intruso), en su tarea de higienizador, como el mayor responsable por la decadencia moral; al contrario, el apenas muestra lo que estaba encubierto por el barniz social. Hercólubus se llevará consigo a los odiosos, los malvados, los lujuriosos, los corruptos y los vengativos.

La población que regresará a la Tierra construirá un nuevo mundo y mirará este planeta con gratitud, por haber, en él, conseguido alcanzar el objetivo deseado en su reforma íntima. Y aquí quedarán, para la nueva plantación en la Tierra Renovada, con sentimientos más puros, más listos para servir a la espiritualidad amiga que trabaja en nombre del Cristo Planetario.

La Tercera Revelación vino para cambiar lo que hoy vemos, mostrando y esclareciendo de dónde venimos, por qué sufrimos y para dónde iremos, retirando el velo que antes encubría el pasado. Sin embargo, la mayoría de los hombres no están interesados, porque tienen miedo, -inconscientemente- de saber quiénes son, colocando, así, una fuerte barrera para la transformación del hombre viejo en el hombre nuevo.

¿Qué explica la violencia contra un niño? ¿Cómo justificar la falta de respeto a la imagen de la mujer? ¿Por qué los ancianos son abandonados y maltratados? ¿Qué impulsa a las personas a diezmar una población entera en busca de oro, de la gloria y de la fama? ¿Qué hace que un líder someta a una población?

Para todas estas cuestiones, el Consolador prometido explica y enseña que la ley de acción y reacción, tan explícita en la doctrina bendecida, no deja dudas de que la siembra es libre, pero la cosecha es obligatoria. El libre albedrío, ley máxima de los planetas de dolores y expiaciones, da a todos la oportunidad de tomar sus decisiones y experimentar los resultados. Sin embargo, cuando el hombre se inclina a la izquierda de Cristo, se rebela por las consecuencias de las malas decisiones.

Recrudecen las situaciones antagónicas en la fase final de la Transición Planetaria y veremos instituciones derrumbarse, porque la imagen que presentaron a la población era falsa. Veremos nombres, antes ovacionados, admirados, mostrando realmente quiénes son.

Preparaos hermanos, porque el año que comienza será un descubrimiento doloroso para la humanidad. El vendaval de los cambios no esperará a que las criaturas estén preparadas: verán muchos más hermanos contra hermanos; verán la fuerza de la naturaleza cambiando el escenario terreno, con desencarnaciones en masa, familias cambiando su rumbo, gobiernos cayendo, suicidios aumentando y la imagen de Jesús muriendo en los corazones humanos.

No será un año fácil para la Casa que os alberga; enfrentarán mucho más fuertemente los opositores de la Luz, pues la vibración de la Tierra cae drásticamente, facilitando los ataques.

Los dirigentes, uniéndose a las Huestes Superiores, precisarán de la fuerza, energía y mucha determinación para que el vendaval de los cambios, no cambie de manera negativa esta Casa de Luz, porque el libre albedrío favorece esos cambios, tanto para lo negativo como para lo positivo y ningún derechista está libre de sufrir los ataques y, por falta de vigilancia, pasar para el lado de los izquierdistas.

La Tierra pasará por largos períodos de transformación, y los hombres no están libres de sufrir con esos cambios internos y externos. Perseverancia, fe, determinación y obediencia a los designios del Creador, teniendo siempre al frente el Cruzeiro y, como referencia, el Maestro Jesús.

¡Salve, Jesús!

Bezerra de Menezes

GESH – 20/12/2019 – Vitoria, ES – Brasil